Probablemente, si mencionamos los nombres de Vanguard Group, BlackRock y State Street poco o nada le digan algo o signifique algo.
Pero corresponden en conjunto a los que controlan una quinta parte de Apple con números brutales.
Vanguard Group maneja un 8,91% valorado en US$334.000 millones
BlackRock controla un 7,23% que equivale a US$271.000 millones
State Street posee un 3,86% por valor de US$144.000 millones
Como dato no menor, solo la participación de Vanguard Group en Apple vale más que todo Netflix o Coca-Cola.
Y estas tres firmas financieros no buscan activamente controlar Apple, pues on gestoras pasivas que simplemente replican índices bursátiles de forma automática.
En palabras simples, cuando Apple crece y gana más peso en índices como el S&P 500, sus algoritmos compran más acciones automáticamente. Es un ciclo que se retroalimenta constantemente. Vamos, es el Apple Intelligence de las inversiones.
Y CUÁNTO PESAN LOS DIRECTIVOS DE APPLE?
Mientras estas gestoras manejan cifras millonarias, el equipo directivo de Apple tiene una participación casi testimonial:
Arthur Levinson (Presidente): 4,21 millones de acciones
Tim Cook (CEO): 3,28 millones de acciones
Jeff Williams (COO): 490.000 acciones
Katherine Adams (Consejera): 179.000 acciones
Entre todos los directivos apenas suman «solo» el 2,06% del total de la empresa.
Es decir, cualquiera de las tres gestoras mencionadas tiene más poder individual que todos los directivos juntos. Además, durante los últimos meses estos cuatro ejecutivos de Apple han vendido acciones, dejando (aún más) en manos de otros el poder de la empresa.
Tim Cook y Levinson han vendido acciones entre octubre y noviembre de 2024. Katherine Adams realizó donaciones de sus acciones en noviembre. Y Warren Buffett, que durante años fue uno de los mayores accionistas individuales, redujo hace poco su acciones a la mitad.
La Apple actual es muy diferente a la Apple de los años 80. En 1985, el consejo de administración utilizó activamente su poder accionarial para despedir a Steve Jobs de la empresa que él mismo había fundado. En aquel momento, Jobs solo poseía el 11% de las acciones de Apple.
Tras su salida, Jobs vendió todas sus acciones excepto una como un acto de despecho. Irónicamente, cuando regresó en 1997, recibió 5,5 millones de acciones como parte de su compensación, que durante la siguiente década se convertirían en una fortuna valorada en miles de millones de dólares.