Adviertiendo de las enormes cifras de basura electrónica (e-waste) que se avecina producto de las nuevas herramientas y dispositivos que operarán con la Inteligencia Artificial, el prestigioso medio «Nature» publicó un certero paper dando cuenta de las dramáticas conscuencias que conlleva por un lado, el avance de la tecnología y por otro, lo que va quedando inservible.
Sobre ese punto, Nature sostiene que la inteligencia artificial generativa (GAI) requiere recursos computacionales sustanciales para el entrenamiento y la inferencia de modelos, pero las implicaciones de la GAI y sus estrategias de gestión en materia de desechos electrónicos siguen sin explorarse.
Los hallazgos sobre la materia indican que este flujo de desechos electrónicos podría aumentar, alcanzando potencialmente una acumulación total de 1,2 a 5,0 millones de toneladas durante 2020-2030, en diferentes escenarios futuros de desarrollo de GAI.
En palabras prácticas, es equivalente a tirar hasta 13.000 millones de iPhone 15 Pro.
Por cierto, esto puede intensificarse en el contexto de las restricciones geopolíticas a las importaciones de semiconductores y la rápida rotación de servidores para ahorrar costos operativos y más que nunca la industria, gobiernos y los propios usuarios deben tener claro de la importancia de una gestión proactiva de los residuos electrónicos frente al avance de las tecnologías GAI.