Mario Romero.- A diferencia de años anteriores y esperando que la nueva serie de teléfonos Samsung Galaxy S26 se anuncien apenas se inicie el año 2025, la casa surcoreana podría llevar a cabo algunos ajustes al portafolio que se anunciaría y hay pistas sobre una estrategia que estaría aplicando la compañía para acomodar su inventario.
La cancelación de la salida al mercado del tablet Samsung Galaxy Tab S10 standard, se considera una señal de alerta, y algunas fuentes apuntan a que la versión básica del próximo Galaxy S26, prevista para 2026, también podría enfrentar una cancelación.
Cabe recordar que si bien circulan algunos avances de la nueva capa de personalización One UI 7, ahora se ha confirmado que se postergó su liberación hasta el próximo año, probablemente con la nueva serie S25.
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Además se ha dicho que la casa surcoreana podría comenzar a cobrar por las herramientas I.A incluidas en los actuales teléfonos de gama alta bajo el método de suscripción y todo este escenario obedece a que si bien Samsung sigue liderando el mercado de teléfonos inteligentes en todo el mundo, es altamente probable que el próximo año, la competencia pueda quitarle su sitial.
Cuando nos referimos a la competencia, no necesariamente es Apple y su iPhone, sino a un puñado cada vez más determinante de fabricantes chinos como Honor, Oppo, Huawei y Xiaomi, cuyos próximos dispositivos se esperan que ofrezcan funciones premium mejoradas.
El principal problema para Samsung radica en la falta de una tarifa competitiva.
Si bien Apple tiene a iOS como su fortaleza, lo que le da más espacio para capear las presiones del mercado, Samsung carece de una ventaja similar y con una competencia cada vez más compleja y una innovación creciente de China, Samsung puede verse obligada a reevaluar su estrategia.
Es posible que en el futuro Samsung gire hacia modelos de gama alta para seguir siendo relevante, pero aún está por verse si esto será suficiente para defenderse de la creciente competencia.
La industria de los teléfonos inteligentes es implacable y sólo el tiempo dirá si Samsung podrá capear la tormenta o convertirse en una víctima más de un mercado en constante evolución.
