Como es sabido, el fundador de la popular app de mensajería Telegram Pavel Durov, fue detenido en Francia el pasado sábado y ahora la Justicia de ese país se ha referido a los cargos que enfrenta, tanto él como la aplicación de la cual es responsable y que es usada en el mundo por cerca de mil millones de personas.
Los cargos por los que han iniciado una investigación contra Dúrov mencionan que su plataforma permite y facilita transacciones ilegales entre los usuarios, incluyendo drogas y armas, además de ser «cómplice» en la distribución de material de abuso sexual infantil, y haber facilitado el blanqueo de capitales mediante el uso de criptomonedas.
En general, la lista de cargos incluye los siguientes puntos clave:
Gestión de una plataforma online que facilita las transacciones ilícitas (tales como la compra y venta de drogas, armas y otros bienes ilegales)
Complicidad en la difusión de pornografía infantil
Blanqueo que capitales por parte de grupos criminales organizados
Además, Dúrov y Telegram son acusados de no cooperar con las autoridades judiciales internacionales, al rehusar proporcionar información a las autoridades. Esto no debería sorprendernos, ya que durante muchos años Dúrov ha hecho mucho énfasis en su afán por proteger la privacidad de los usuarios y la libertad de expresión, al punto de haber abandonado su país natal, Rusia, donde asegura que le fue exigido bloquear la información de la oposición al gobierno.
Dúrov entonces dijo: «prefiero ser libre que recibir órdenes».
Francia extendió la detención del CEO de Telegram hasta el 28 de agosto, por lo que la Fiscalía podría estar preparando una acusación detallada para el ejecutivo.
