Mario Romero.- Primero, bajo la administración del Presidente Trump, se aplicó un veto a la firma china Huawei, prohibiéndole no solo vender sus teléfonos y dispositivos en EE.UU, sino que impedir a empresas de ese país a venderle productos tecnológicos y romper su cadena de suministro.
Del mismo modo, y sin prueba alguna hasta el día de hoy, se prohibió a Huawei como proveedor de redes de telecomunicaciones, tanto públicas como privadas y especialmente militares, donde se argumentó que la empresa china tenía un método para enviar datos «secretos» a su país, es decir, espionaje al más puro estilo de la Guerra Fría post Segunda Guerra Mundial.
El problema de fondo es que ya pasado varios años de ello, y con Huawei renaciendo, en Estados Unidos no ha logrado reemplazar la infraestructura instalada por Huawei y pese a subsidios para que se reemplacen redes con otros proveedores, esto no ha sido posible.
Incluso, Samsung Electronics, ganó un contrato con el Ejército para ser el proveedor del cambio de redes, pero el fabricante surcoreano tuvo que recurrir a empresas chinas para intentar instalar redes desde cero, algo que fue un completo fracaso.
Actualmente y según un reporte de Bloomberg, el Pentágono de Estados Unidos enfrenta dificultades para sacar completamente a Huawei de sus operaciones, puesto que el Departamento Militar de EE. UU. no puede evitar por completo hacer negocios con Huawei o empresas que dependen de él.
El Pentágono con su casa central en Virginia es el segundo edificio de oficinas más grande del mundo con 23.000 empleados militares y civiles.
Los aportes muestran que el Pentágono de Estados Unidos ahora está luchando con leyes que restringen los negocios con Huawei y no puede cooperar con ninguna empresa o empresa que utilice la red Huawei o cualquier otro equipo tecnológico.
Dado el escenario, el Pentágono está presionando para que se conceda una exención, pero desde el sector más «duro» se vuelve a alzar el lema de que afectaría la seguridad nacional y tanto desde la Cámara y el Senado negaron una autorización para Defensa Nacional del 2025.
Estados Unidos se enfrentan a un dilema pues se prohibió a una empresa, a la cual no puede eliminar pues depende de su tecnología y no existen alternativas mas que la misma Huawei.
Aunque la mayoría del personal militar estadounidense todavía depende de las redes de Huawei en todo el mundo para llevar a cabo operaciones importantes, el Pentágono también cree que la divulgación de este asunto ayudaría a Estados Unidos a comprar muchos artículos que podrían ayudar a los intereses de seguridad estadounidenses.