Mario Romero.- Apple ha lanzado al mercado una nueva camada de computadoras portátiles de la línea MacBook Air, estrenando en ellas, los nuevos procesadores M3 y más allá de las bondades del chip, la compañía está cerrando un proceso importante, pues le ha dicho adiós al chip M1, con el cual empezó toda esta historia.
El chip M1, basado en arquitectura ARM y basado en el procesador del iPhone 14, el A14, se estrenó en en noviembre de 2020, mientras que en 2021 salieron las versiones Apple M1 Pro y M1 Max, y en marzo de 2022, la versión final de la familia M1, el M1 Ultra.
El M1 original tiene unos 16.000 millones de transistores mientras que el M1 Ultra, unos 114.000 millones.
Pero más allá de los millones de transistores, Apple marcó el territorio de desarrollo de sus propios chips y si hoy se despide del M1, pues lo ha retirado de su tienda on line y no habrá renovación del stock físico en las Apple Store y retailers, también sígnica que le ha dicho adiós a Intel en todas sus formas y etapas.
Hoy Apple, con sus M3, logra consolidar un proceso de independencia única, no exenta de riesgos, pues lo que hoy es una amenaza, no está en la competencia, sino que en la propia Apple, ya que la alta rotación de productos de la línea MacBook, a la luz de los reportes de analistas, puede ser un disparo en el pie, ya que las menores ventas de las Mac, es fruto exclusivo de una saturación de oferta y los números lo están demostrando.
Si bien en el último trimestre las ventas globales de Macs se acercaron a los US$7 mil millones, las unidades de modelos están fragmentadas en un mercado que si bien reconoce las altas prestaciones de los procesadores de Apple, ha hecho reaccionar a Intel y AMD que están respondiendo de buena forma a Apple y ello debería ser una advertencia a tener en cuenta.
Ahora Apple saca de sus estantes los Mac con M1 y pone el pie en el acelerador para que los usuarios sigan renovando o bien comprando su primer computador Apple, ahora con M2 como el más modesto.
