Mario Romero.- El veto de EE.UU no solo a los productos de consumo masivo de Huawei como son sus teléfonos, se ha ido extendiendo a otro de sus grandes negocios y estos dicen relación con la infraestructura de redes 5G.
Pese a que la decisión y orden gubernamental de eliminar todo cable de Huawei en territorio estadounidense y reemplazarlo por otro proveedor está resultando un reguero de plata para el país, todo indica que no hay vuelta atrás.
Hasta ahora, EE.UU ha comprometido cerca de US$10 mil millones a operadores regionales para subsidiar el reemplazo, pero todo indica que el remedio está resultando ser más caro que la «enfermedad».
lobby ahora está generando repercusiones en la Unión Europea, puesto que se está planteándo activar un veto obligatorio para que los estados miembros puedan usar equipamiento 5G de empresas chinas entre las que estaría Huawei.
Así lo indican fuentes cercanas a las negociaciones a Financial Times, que explicaba cómo la situación en el viejo continente es ahora compleja.
Solo un tercio de los países de la UE han baneado esos equipos de Huawei en sus infraestructuras 5G a pesar de que Bruselas lleva tiempo recomendando que se excluya a proveedores de alto riesgo —como Huawei— a la hora de realizar inversiones tecnológicas.
Hasta ahora, Dinamarca, Suecia, Estonia, Letonia y Lituania ya han vetado a Huawei y Alemania estaba analizando la situación.
Lo que ahora está por verse es si acaso la UE cuenta con un plan económico y estratégico para solventar el reemplazo de tecnología de Huawei por otro oferente y cuanto tiempo le tomaría hacerlo.
Algo que no es nada simple ni barato.