Mario Romero.- A casi tres años del veto de EE.UU contra Huawei, acusándola de ser un peligro para la seguridad nacional y sin presentar ninguna sola prueba ante la comunidad internacional, se alista para arremeter legalmente contra el fabricante chino, en una clara señal para el gobierno de ese país.
De hecho, la Cámara de Representantes votará la próxima semana sobre un proyecto de ley para tomar medidas enérgicas contra las empresas de telecomunicaciones chinas Huawei y ZTE que el gobierno de Estados Unidos ha considerado amenazas a la seguridad.
De hecho, la Cámara presentará la Ley contra las telecomunicaciones no confiables en el extranjero que requeriría que el Departamento de Estado informe sobre los aliados de la OTAN de EE. UU. y otros que usan equipos o servicios de telecomunicaciones en sus redes 5G de compañías como Huawei y ZTE.
La legislación también requeriría que las empresas que cotizan en bolsa revelen si han contratado el uso de Huawei o ZTE o los servicios cubiertos por el proyecto de ley. Huawei y ZTE no hicieron comentarios de inmediato.
El proyecto de ley también exigiría un informe sobre las vulnerabilidades de las telecomunicaciones en las embajadas de los EE. UU. en el extranjero y ordenaría al Departamento de Estado de los EE. UU. que identifique proyectos clave de infraestructura de telecomunicaciones para promover la seguridad nacional de los EE. UU.
La Comisión Federal de Comunicaciones prohibió en noviembre las aprobaciones de nuevos equipos de telecomunicaciones de Huawei y ZTE, diciendo que representan «un riesgo inaceptable» para la seguridad nacional de EE. UU.
El año pasado, la embajada china en Washington dijo que la FCC
«EE.UU abusó del poder estatal y atacó maliciosamente a los operadores de telecomunicaciones chinos nuevamente sin una base …»
Declaración de la Embajada de China en Estados Unidos
Huawei ha negado repetidamente las acusaciones de irregularidades y dijo que el gobierno de EE. UU. ha atacado a la empresa «ilegal e irracionalmente».
Los esfuerzos de Washington para contrarrestar a los gigantes tecnológicos chinos se producen en medio de los temores de Estados Unidos de que Beijing pueda usarlos para espiar a los estadounidenses. Washington ha presionado durante años a los aliados de EE. UU. para que no usen equipos Huawei o ZTE de redes 5G o eliminen equipos de redes existentes.
En 2019, el Congreso ordenó a la FCC que ordene a los operadores de telecomunicaciones de EE. UU. que reciben subsidios federales que purguen sus redes de equipos de telecomunicaciones que representen riesgos para la seguridad nacional, con promesas de reembolso.
Hasta ahora la cifra sigue engrosándose y demuestra que a veces, el remedio es más caro que la enfermedad.