Mario Romero.- No se producía un sismo financiero tan fuerte y con réplicas que se dejarán sentir en la semana venidera debido al efecto dominó que genera la quiebra del Banco Silicon Valley.
Es una crisis tan potente como la vivida en EE.UU por el llamado «Sub Prime» cuando millones de estadounidenses perdieron sus propiedades, fruto de mal manejo de créditos hipotecarios de importantes bancos del país, los cuales aún sabiendo de los riesgos, echaron a rodar una maquinaria de préstamos impagables.
Entonces, no solo muchas familias se vieron afectadas, sino que además, el entonces gobierno del Presidente Obama tuvo que intervenir, al punto de nacionalizar temporalmente muchos sectores productivos del país, algo impensable para la llamada «cuna del capitalismo».
Hasta ahora, la quiebra del SVB apunta aun sector específico y está acotado a firmas tecnológicas.
HISTORIA DEL BANCO
Fundado en 1983 en Santa Clara, California, Silicon Valley Bank nació en medio del fermento de la revolución tecnológica estadounidense, convirtiéndose en uno de los bancos estadounidenses más importantes para el mercado tecnológico.
SVB decidió centrarse en el mundo de tecnología , con una línea de crédito facilitada en una industria de alto riesgo como esta.
En 2021, poseía alrededor del 50 % de todas las inversiones de capital de riesgo en nuevas empresas de California, y en 2022 tenía una valoración de más de US$44.200 millones, curiosamente un valor similar al que pagó Elon Musk por Twitter.
SVB también invirtió el dinero depositado por los clientes en bonos y bonos, pero la inflación provocó una aumento en las tasas de interés que hizo perder valor a aquellas inversiones y, más en general, a las inversiones en startups tecnológicas, que por su naturaleza están sujetas a un alto riesgo de fracaso.
El golpe de gracia lo dio el crisis del mercado tecnológico que afectó no solo a Silicon Valley sino al mundo entero, especialmente a fabricantes de teléfonos inteligentes, tablets, PC, smartwatches, semiconductores, ua lo que se suma los altos niveles de perdidas en la Bolsa y decenas de miles de despidos que ya superan los 100 mil empleos.
La autoridad regulatoria estadounidense ha intervenido y ha declarado la quiebra del banco, y los analistas señalan que pese a la magnitud de los montos, no se espera que la quiebra de Silicon Valley Bank tenga efectos amplios en los mercados globales.
Es una señal más de la crisis de la industria, y ahora las firmas de inversión en tecnología y las nuevas empresas del futuro están en riesgo.
