El creciente número de robos de teléfonos en Chile, con el consiguiente daño económico para su dueño y otras complicaciones que afectan la vida y los datos personales, sumado a un delito que crece sin control, ha generado acciones que van en dirección de combatirlo con fuerza.
Desde la cartera de la Prevención del Delito junto con SUBTEL , anunciaron la entrada en vigencia de la normativa que obliga a las empresas de telecomunicaciones a bloquear los dispositivos nuevos que les sean robados, con el fin de evitar su comercialización informal y fortalecer la agenda de seguridad del Gobierno.
Tras la iniciativa, se unen la Cámara Chilena de Centros Comerciales, la Asociación de Logística de Chile y representantes de tiendas como Ripley, Falabella, Mercado Libre, Walmart; y de la Policía de Investigaciones (PDI) y Carabineros.
El bloqueo, según explicaron los Subsecretarios, se realizará a través del IMEI (International Mobile Equipment Identity, el cual es el equivalente a la» cédula de identidad»de cada equipo, para lo cual tienen un plazo máximo de 24 horas para informarlo en un sistema centralizado -en caso de que los equipos sean recuperados, podrá solicitarse el desbloqueo-. Junto con ello, las empresas propietarias deberán acreditar la denuncia respectiva.
La normativa que entró en vigor surge tras un trabajo conjunto entre la Subsecretaría de Prevención del Delito, del Ministerio del Interior, y la Subsecretaría de Telecomunicaciones, del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, para incorporar medidas que permitan contribuir a la prevención de este tipo de delito, limitando el mercado secundario ilícito.
“Con esta medida de bloqueo de celulares robados vamos a desincentivar un tipo de delito que ha ido al alza (…) Esta nueva normativa, que como paraguas tiene esta obligatoriedad, también permite que, en un plazo de 24 horas, tiene que existir una denuncia que decante en el bloqueo de los aparatos celulares. Esto va a permitir, no solo agilizar los procesos de investigación y persecución, sino que por, sobre todo, inhabilitar la venta de equipos de telefonía celular empaquetados y nuevos, atacando en el corazón a un mercado, que no solo crece en Chile, sino que también en toda América Latina”
Ahora queda ver en terreno y en la práctica, la efectividad de la iniciativa y su procedimiento.
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