Las comparaciones siempre resultan odiosas, y cuando se trata de teléfonos y su sistema operativo, A.K.A Android de Google e iOS de los iPhone de Apple, surgen dos bandos que parecen irreconciliables, pero visto en contexto y sin la camiseta puesta, puede ser que logre encontrar un punto de equilibrio entre ambos.
Claro está que todo pasa además, por el gusto personal, lo estético y sobre todo el ecosistema, del cual por ejemplo, Samsung está empujando con fuerza y Xiaomi hace lo suyo, pero que en la mayoría de los casos resulta solo limitado a China.
Con iOS16.2 correndo actualmente en los iPhones, los usuarios tienen una gran ventaja, al menos hasta ahora, respecto de los respaldos del contenido de los dispositivos respecto de lo que Google con Android está haciendo hasta ahora.
En iOS pese puede realizar una copia al 200% en iCloud y el acceso a más especio es muy económico.
Además, permite que el usuario pueda mantener datos, fotos o videos que se sincronizan por iCloud), sino que en las copias se almacenan también todos los ajustes que hemos configurado en el dispositivo, los marcadores del navegador, el fondo de pantalla que tenemos, la disposición de las apps y widgets.
Google lo lleva haciendo más tiempo, pero mal.
El santo grial del respaldo es a través de la nube de Google Drive y aunque para muchos podría ser lo mismo, en la práctica ello no es así pues depende de cada desarrollador el permitir que las aplicaciones se incluyan en estas copias o no.
Si bien Google está ayudando a los desarrolladores para hacer las cosas más fáciles, pero toma tiempo y en eso, Android es lento en los procesos de renovar funciones.
Sin dua, al menos en este apartado, Apple corre con algunos «megas» de ventaja, pero con el poderío de Google, no se logra explicar la demora en responderle a sus usuarios de Android.
Fidelización es lo que falta.
