Mario Romero.- Una de las características destacables del sistema operativo para Macs, siempre ha sido, entre otras, su versatilidad, estabilidad y fluidez. Salvo el fallido OSX Leopard, el resto ha demostrado ser un S.O muy confiable y tradicionalmente muy liviano, pero todo indica que hay cambios.
Si bien las comparaciones son odiosas, hasta Windows 7 eran suficientes 8GB de RAM y un espacio en disco disponible de al menos 18 a 20 GB.
En el caso de macOS High Sierra, solo pedía 12 Gb y con 8GB de RAM corría sin dramas.
El problema radica ahora que macOS se ha vuelto más Windows, pues el más reciente sistema operativo, macOS Ventura, pide la friolera de 56 GB para su instalación, entonces si un usuario es dueño de una MacBook con 128 Gb, le queda menos de la mitad de espacio para instalar otro programa, y con Final Cut más Office ya tienes otros 8 GB ocupados.
No es un tema de «obsolescencia programada» sino de «egoísmo puro» pues Apple si desea seguir vendiendo sus Macs, debe al menos ofrecer un piso mínimo de 256GB en sus equipos, que tiene un costo de centavos en su lista.
En EE.UU y países de Europa, la mayoría de los MacBook Air o MacBook Pro vienen con 256 Gb de piso, pero lamentablemente en algunos países de América Latina las configuraciones parten en muchos casos en 128GB y con la imposibilidad de pedir 16GB de memoria.
Será acaso momento en que el Tio Tim vaya entendiendo que hay que emparejar la cancha para los dos lados?