Elon Musk es el flamante nuevo dueño de la red de microblogin Twitter, conocida con el logo de un pajarito y desde que el multimillonario tomó el control de su ahora empresa, lo primero que hizo fue despedir a los más altos ejecutivos, que dicho sea de paso, es algo normal que así ocurra.
Sin embargo no es misterio alguno que Musk tuvo que realizar esfuerzos financieros importantes para quedarse con la compañía y evitar verse involucrado en demandas y sobre todo, en el daño a la imagen que le pudiese afectar.
Su perimer tropezón fue anunciar que el sello de verificación de cuentas costará US$20.- por mes, y luego del escándalo generado por su alto costo y un pésimo manejo comunicacional, se informó de un precio de US$8.- por mes, lo que es considerado de todas formas absurdo.
A ello se suma el hecho que el nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, planea despedir al 50% de la fuerza laboral de Twitter lo que equivale a 3.700 trabajadores según consigna Bloomberg.
La razón clave de los despidos es la reducción de costos y los empleados aún no han sido informados.
Además de eso, a las personas restantes se les pedirá que trabajen desde la oficina a tiempo completo, lo cual es una inversión de la política de trabajo desde cualquier lugar que se introdujo en los primeros días de la pandemia de COVID-19.
Altos ejecutivos y asesores han estado discutiendo con Elon Musk una variedad de escenarios sobre cómo deberían llevarse a cabo los despidos, y una idea es que los trabajadores despedidos reciban 60 días de indemnización por despido, dijeron las fuentes a Bloomberg.
Elon Musk se vio obligado a comprar Twitter a un precio negociado en abril, que fue de US$44.000 millones señalando que pagó de más por el negocio y está buscando formas de generar ganancias.
Twitter informa con frecuencia pérdidas trimestrales y no ha arrojado ganancias en ocho de los últimos diez años.
