Colaboración de Juan Oliva .- Hace algunos años, no imaginábamos que hoy estaríamos hablando del poder de las criptomonedas, de los grandes avances y aplicaciones de la inteligencia artificial, del metaverso y de los NFTs. Si bien estas últimas han estado ligadas a obras artística y artículos de lujo, la realidad es que actualmente tiene usos muy prácticos en los segmentos de productos de consumo.
Tenemos que empezar por reconocer que apenas estamos visualizando las posibilidades de los NFTs los cuales pueden ser tan disruptores como Internet lo fue en su momento. ¿Alguien se hubiera imaginado en los 80s y 90s que hoy estaríamos manejando toda nuestra vida a través de un dispositivo electrónico?
Los NFTs son un activo o bien digital. A diferencia de un bien fungible como un billete de $100 que puede cambiarse por cinco billetes de $20, por ejemplo, los NFTs son activos digitales únicos que no se pueden modificar ni intercambiar por otro que tenga el mismo valor. Por ejemplo, una obra de arte.
¿Qué tiene eso que ver con una marca de consumo? En una palabra: datos. Hoy en día, los consumidores entregan su información personal a las marcas, a veces nos tan conscientemente ya que sucede a través de anuncios o cookies, y éstas la conservan y potencian. En un futuro bastante cercano, las marcas tendrán que ceder ese control sobre los datos personales y regresarlo a los consumidores a través de NFTs; NFTs donde se almacenarán datos personales muy variados que serán propiedad de cada consumidor y las marcas tendrán que ganarse a pulso la confianza del consumidor para que éste, orgánica y voluntariamente, le permita tener acceso. Solo acceso, no su propiedad. Es decir, los NFTs no van a cambiar las reglas del juego, van a crear un juego completamente diferente.
¿Qué pueden hacer las marcas de consumo, específicamente las de belleza y cuidados para la piel, ante esta realidad? Anticiparse y aprovechar el abanico de oportunidades que se presenta. Hoy en día pienso de inmediato en el regreso de los programas de lealtad, o mejor dicho, en la manera de hacer que estos realmente funcionen, porque como se hacían tradicionalmente ya no daban resultados.
¿Por qué? Porque los NFTs se van a convertir en “llaves” digitales de acceso, donde no solo se reducirá el costo de crear y mantener un programa de lealtad, si no que se brindará una experiencia verdaderamente personal a cada una de las personas que participen en él, incluso para las marcas mismas.
Tal vez ya estemos un poco cansados de leer sobre personalización. Parece otro buzz word pero no es así. Al tener acceso a esa información que voluntariamente nos dará el consumidor, tendremos un conocimiento mucho más íntimo de este. Podremos ofrecerle descuentos a los productos que realmente usa o desea, o que realmente solucionarán una necesidad que tiene, así como a pre lanzamientos y eventos exclusivos.
Es decir, a través de ellos tendremos la posibilidad de construir comunidades realmente afines al consumidor, donde éste se sienta comprendido y valorado, consentido, pero sobre todo, donde sus necesidades e incluso la solución a alguno de sus problemas pueda ser atendido correctamente.
Hoy es justo lo que estamos haciendo nuevamente: estamos retomando la virtualidad para acercarnos más a las personas, a sus gustos, a conocer sus necesidades y hacerlos partícipes de los cambios que las marcas prevén para ellos. Es un éxito rotundo, porque así los clientes están creando lo que la gente necesita y no solo lo que las marcan creen que hace falta en el mercado.¿Una relación donde los consumidores van a co-crear productos? Esto es algo que realmente ya está sucediendo, pero de una manera mucho más artesanal. A partir de los NFT’s y del metaverso estaremos ante un proceso automatizado y transparente, donde no solo entenderemos mejor a nuestros consumidores, sino que, al hacerlo, tendremos una relación mucho más significativa y provechosa para ambas partes.
Y sí, es un hecho que la tecnología sigue revolucionando al mundo y ya nada la detendrá. Todo cambia, incluso nosotros. Han sido dos años que nos transformaron la vida, la forma de trabajar y de relacionarnos, incluso la manera de cuidarnos y de procurar nuestro bienestar. Ha cambiado nuestra casa, nuestra persona, incluso nuestro cuerpo y nuestra forma de ver la vida.
Esto es algo que sin duda alguna las empresas saben, o al menos deberían estar conscientes de eso, porque tienen que llegar a otros lugares antes inimaginables, donde hoy ya están sus futuros usuarios y clientes, y que, además, ahí mismo pueden generar acciones que les permitan mimarlos.
Al final la clave es comprender que hoy podemos conocer más de los hábitos de las personas gracias al metaverso, porque ahí se depositan las búsquedas de los internautas, sus dudas y requerimientos, sus sueños, sus expectativas. Es decir, hoy tenemos la oportunidad de conocer más y mejor a nuestros clientes, el reto es subirnos a la tecnología y sacar provecho de lo que ésta puede hacer por todos nosotros.
Juan es – VP global de mercadotecnia de Revieve, crypto miner (ETH