La propietaria de BlackBerry no solo quitó drásticamente el soporte a los fieles-fieles usuarios que aún tenía, sino que además de ello, hizo un gran negocio vendiendo todas sus patentes relacionadas con sus teléfonos a una firma de patentes de dudosa reputación en US$600 millones.
En paralelo, la firma startup OnwardMobility, la empresa que le había comprado el licenciamiento de la marca BlackBerry al consocio chino TCL, se ha quedado de brazos cruzados, pues habían confirmado que este año se lanzaría un nuevo teléfono BlackBerry 5G con teclado.
Este iba a ser el primer teléfono inteligente BlackBerry en años, pero este dispositivo se canceló después de que OnwardMobility perdiera los derechos sobre el nombre de BlackBerry.
Así de dramático.
Si bien el teléfono BlackBerry 5G sufrió demoras, OnwardMobility insistió en que el dispositivo está en camino.
Pero pese a haber adquirido la licencia para usar el nombre del fabricante, se enfrentó a retrasos debido a problemas con la cadena de suministro, seguido por el CEO de BlackBerry, John Chen, que cambió su decisión de que otro OEM intentara revivir la marca en otro teléfono inteligente.
A renglón seguido… BlackBerry ha muerto definitivamente.
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