Mario Romero.- He sido testigos privilegiado de todo el proceso de inserción de Apple en el mercado de los TWS, con sus AirPods, en todas sus versiones, incluyendo el «tope de línea», los AirPods Max.
Luego de olvidarse de los cables de sus fieles EarPods, Apple trabajó en la evolución del concepto de ofrecer mayor libertad, desprendimiento e independencia, como el aire mismo, por ello lo de Air más allá de lo liviano que puedan ser.
Esta vez nos tocó probar y escuchar el más reciente modelo AirPods de tercera generación y sin embargo, la experiencia deja la enseñanza para poder compartirla con todos, que es vital poder probarlos antes (si se puede) pues una mejor inmersión de uso apunta a nuestra forma de insertarlo en nuestros oídos.
No todos somos iguales, algunos tenemos «complicaciones estéticas» y en mi caso, la forma y diseño de estos AirPods 3, generaron que no se pudiesen insertar de manera cómoda a mis cavidades.
Pero acomodando, no de manera ideal, al menos pude tener la experiencia de escuchar esta tercera generación, que no incluye cancelación de ruido, no viene con las siliconas de ajuste y su diseño no es para todos, pero mantiene un sonido aceptable, menos potente que la versión Pro, pero sin mayores atractivos.
Las fuentes de sonido usadas por cierto, partieron con Apple Music (AAC su formato) Spotify (siempre queda la duda sobre su formato) TIDAL (Master) más archivos de música en formato FLAC usando VLC.
Mi experiencia no fue del todo cómoda y más allá de ello, siento que en este tercer viaje de los AirPods, me quitaron muchos de sus atributos y si bien hay mejoras importantes en la duración de la batería y por cierto, vivir la experiencia de Spatial Audio es incomparable.
Me queda claro, que no es para todos.
