Un poco antes que Samsung, el fabricante chino Royole Technologies, aprovechó la vitrina de CES del 2019 para dar a conocer el primer teléfono plegable del mundo, sin contar con la parafernalia y los recursos de marketing de la surcoreana Samsung, que en la industria es tomada como el referente en ese formato.
Sin embargo, la firma china siguió adelante, y hace un par de semanas, ya había anunciado que lanzaría su «versión mejorada» del teléfono, pero las cosas se están complicando no por temas técnicos, sino que financieros y son serios.
Un reporte de Nikkei Asia denunció que el fabricante chino de pantallas flexibles Royole y de su teléfono FlexPai, retrasó el pago de los salarios a los empleados durante meses, algo que se genera tras constantes pérdidas financieras y abandonase la idea de salir a la Bolsa en su país, para que con ello, pudiese recaudar dinero fresco.
Empleados de la firma denunciaron a Nikkei Asia que no recibieron los salarios de octubre y solo abonaron lo que les debían de sus pagos de septiembre, con el compromiso de cumplir el total de los pagos adeudados el 30 de noviembre, algo que lamentablemente no se cumplió.
Ante la delicada situación, el CEO de la firma Liu Zihong tras una reunión con el directorio, informó que Royale estaba en proceso de obtener financiamiento y esperaba recibir fondos en diciembre y que todos los salarios atrasados se pagarían a fines de diciembre o en enero, pero aún se mantienen más dudas que certezas.
Además Royale redujo casi en 50% el personal y su historial no la avala, pues Royole, establecida en 2012, ha sido una de las startups más controvertidas de China debido a que desde su creación ha registrado solo pérdidas.
Según reportes recientes, en 2018, (un año antes de anunciar con bombos y platillos su teléfono plegable en CES) Royale reportó pérdidas por US$124 millones y durante los seis meses del 2020 ya supera los US$1.000 millones, y lo peor de todo este escenario es el hecho que las proyecciones de los analistas son pesimistas.
Royole lanzó su pantallas totalmente flexible de tercera generación en marzo de 2020, pero al igual que con versiones anteriores, no tuvo mayor éxito comercial en el mercado y sus pantallas flexibles no han sido adoptados por ningún teléfono móvil convencional, mientras que su teléfono FlexPai de pantalla flexible ha brindado una mala experiencia al cliente, con una tasa de reparación mucho más alta que la de los productos rivales.