El repentino cambio de imagen corporativa de Falabella, que pasó de un clásico verde a un naranja, no dejó indiferentes tanto a usuarios como a especialistas del área gráfica y de publicidad, pues a medida que se conocían más detalles, sobretodo al momento de ver cómo era la experiencia (UX) en el sitio de compras, los comentarios en redes sociales no se dejaron esperar, más si el color elegido es similar al de su empresa relacionada de e-commerce Linio, la cual con este cambio, deja la sensación a la inversa, esto es, que Linio se tomó Falabella y no al revés.
A ello se suma una pésima campaña corporativa en televisión cuyo mensaje está errado de raíz y que lo único que logra es hacer perder identidad corporativa a una empresa con más de cien años de existencia.
Según consigna Diario Financiero, altos ejecutivos de la firma en menos de 24 horas, han anunciado «cambios y ajustes» al nuevo diseño del logotipo y colores de Falabella.com,
«De manera proactiva, realizaremos cambios que permitan preservar la identidad de la marca» (sic)
FALABELLA EN DF
Lo peor en este caso, es el hecho de «haber detectado similitudes» con otros logotipos y diseños que se usan en el extranjero, lo que sin lugar a dudas, hace cuestionarse los millones de dólares invertidos en este gran cambio, y que se hubiesen evitado si los briefings, Focus groups y las etapas previas hubiesen sido llevadas a cabo con real seriedad.
La nueva identidad corporativa de Falabella consideró insertar en un solo sitio, todos los e-commerce de la compañía que consideran Homecenter, Linio, Tottus y por cierto, Falabella.com