Más allá de haber sorprendido con cámaras de alto vuelo y mejoras importantes como protección IP68 y sonido stereo, la serie P50 de Huawei también llamó la atención por el hecho de ofrecer solo versiones en 4G en su país de origen, si bien se podría entender por defecto, que debido a las restricciones impuestas por EE.UU, estas solo aplicaban a Europa y América Latina, pero las razones son más poderosas aún.
Richard Yu, CEO de la división de consumo y de móviles de la compañía aclaró durante la presentación, la cual solo fue emitida con foco en el usuario chino, que han existido cuatro etapas en las sanciones estadounidenses, desde la prohibición de uso de licencias de Google y Microsoft, hasta el acceso a procesadores, lo cual en septiembre del año pasado, afectó al ensamblador de los chips Kirin, la taiwanesa TSMC que eventualmente usan patentes estadounidenses.
Una excepción fue la autorización de comienzos de año, que permitió a Huawei poder recibir chips de Qualcomm, pero solo con acceso a redes 4G, medida que afectó también a sus propios procesadores, los que están capados y no pueden ofrecer acceso a redes 5G de Huawei.
En todo caso, más allá de las sanciones impuestas, resulta contradictorio que siendo Huawei la firma más importante del mundo en implementación de infraestructura de redes 5G y que esté luchando por participar en todos los países que la están licitando, se conforme con «ofrecer una una buena experiencia de usuario a los consumidores y no los decepcionará» según señaló Yu.
El problema es el hecho que Huawei se enfrenta a un cuello de botella, pues en su país de origen, donde las redes 5G y la demanda es altamente competitiva y con una cobertura del 38% del territorio, hace complejo ser competitivo, más si no hay fecha estimada de llegada a Europa o América Latina de los dispositivos, donde al menos en nuestra región, no sería obstáculo operar bajo 4G pues los países, incluyendo Chile, están en proceso de licitación o de implementación de las redes de alta velocidad.