Perfectamente podría denominarse como la «nueva guerra fría digital», pues los objetivos son realizar ataques informáticos desde un extremo a otro del planeta, con la misión de alterar o dañar sistemas computacionales, robar información y alterar el normal desempeño de las labores que millones de personas realizan a través de sus teléfonos o computadores, asi como empresas que para funcionar actualmente requieren de redes, infraestructura y software especifico.
EL CONTEXTO
Según publicó en marzo The Wall Street Journal, un ciberataque pudo haber afectado a unos 250.000 sistemas informáticos en todo el mundo, cuyo ataque afectó, entre otros a la Autoridad Bancaria Europea, el Parlamento noruego y la Comisión del Mercado Financiero de Chile (CMF) cuyos ataques de “ransomware” o programa de chantaje, implican bloquear los datos de los servidores de las víctimas y luego exigir dinero para restablecer el acceso, y que cada vez son más frecuentes.
Luego de investigar el caso, Estados Unidos acusó ayer lunes a China del ciberataque al servidor de email de Microsoft Exchange, acusaciones a las que se sumaron varios países aliados, los cuales también publicaron una amplia lista de ciberamenazas atribuidas al régimen Beijing, como ataques de ransomware cometidos por hackers asociados al gobierno que atacaron compañías para exigirles rescates millonarios.
REACCIÓN OFICIAL CHINA
Un vocero del Ministerio chino de Exteriores señaló “su gobierno se opone con firmeza y combate los ciberataques y el robo cibernético en todas sus formas” y advirtió que la atribución de ciberataques debía basarse en pruebas y no en “acusaciones sin base” y que las acusaciones hechas por EE.UU y sus aliados que el gobierno chino ha realizado una campaña de piratería cibernética global fue injustificada.
ALERTA DE REPRESALIAS
El Presidente Joe Biden, ante consultas de periodistas declaró que su país se reserva el derecho de tomar medidas contra empresas tecnológicas chinas, por lo que en los próximos días, de no mediar que la tensión del conflicto se contenga, podríamos estar frente a una nueva crisis entre EE.UU-China, con la diferencia, que en esta oportunidad, Biden cuenta con miembros de la OTAN de su parte.
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