Si bien no hubo anuncios de nuevas MacBooks durante la pasada WWDC de Apple, un nuevo reporte del sitio Forbes apunta a que si la compañía logra solucionar el tema de fondo respecto de la producción de pantallas miniLED, podría tenerlas a tiempo para fines de año, pues es en estos momentos, la piedra en el zapato para cumplir con los plazos.
El problema es que existe un solo gran proveedor de calidad para esta tecnología naciente, al menos aplicable a notebooks, pues el miniLED ofrece colores más vivos y negros más profundos, todo mientras consume menos energía que las pantallas anteriores y para lograr ese acometido, implica tener un número significativo de pantallas y las órdenes de compra de Apple exceden la capacidad de su proveedor actual.
Se sabe que la firma Taiwan Surface Mounting Technology (TSMT) es el único proveedor, pero la demanda proyectada tiene a Apple buscando una segunda opción con cierto grado de premura y por su parte, Digitimes ha reportado que existe una inversión de US$200 millones por parte de Apple en su principal proveedor actual de pantallas miniLED, TSMT con el cual se planea crear cuatro nuevas líneas de montaje para las próximas MacBook Pro y con ello aumentar la producción hasta al menos 800.000 unidades.
La crisis de miniLED quedó demostrada con los retrasos en las entregas para el último iPad Pro, cuya calidad de pantalla ha recibido comentarios positivos generalizados de la crítica, por lo que el siguiente paso, el de llevarlas a las MacBook Pro es una lógica natural, pero se debe resolver el problema de la escasez de manera rápida y concisa.