Esta nota bien podría titularse como uno de los libros más exitosos de Gabriel García Marque y su Crónica de una muerte anunciada, pues tras fracasar en su intento por vender su división móvil, LG Electronics decidió retirarse por completo del negocio, lo que contempla el cierre completo de la unidad de negocios de teléfonos y comenzó a convertir empleados en la unidad de negocios.
Hace semanas que la firma surcoreana ha estado dilatando una decisión, pero luego de 23 trimestres de pérdidas, es obvio que el efecto negativo afecta a las demás áreas de negocio exitosas de la compañía, pese a que hasta último momento hubo negociaciones con algunos compradores potenciales que no prosperaron.
El último interesado fue la firma de inversiones vietnamita Bean Group, la cual fracasó y ahora LG Electronics se enfocará a sus áreas de electrónica y baterías y se espera que LG Electronics anuncie oficialmente el cierre completo de la división el próximo lunes, según fuentes citadas por el diario Herald Business News de Corea del Sur.
Según datos recientes, partir del cuarto trimestre del año pasado, ha acumulado pérdidas por US$4.500 millones y según la firma de consultoría CounterPoint, en el tercer trimestre de 2020, los envíos de teléfonos inteligentes LG fueron de solo 6.5 millones de unidades con una escuálida participación global del 2%.