Con el arribo de la nueva serie S21 de Samsung, donde dos de tres de sus modelos son de pantalla plana y dejando la pantalla del Galaxy S21 Ultra cada menos curva (casi no se percibe como tal) y si sumamos los más recientes Vivo V20, Xiaomi MI10T y MI10T Pro, POCO X3, solo por nombrar algunos de los que se venden en Chile, existe una clara tendencia a dejar atrás la era de las pantallas curvas…. algunas de ellas en extremo.
No haya que confundir teléfonos con pantallas curvas (bordes) con los teléfonos-experimentos de doblez o curvatura como los fallidos LG Flex, Samsung Galaxy Round o el Google Galaxy Nexus.
Fue la casa surcoreana Samsung la que estrenó el primer teléfono de pantalla de bordes curvos, revolucionado el mercado con una display saturado de colores en el Galaxy Note Edge, que fue una variante del Galaxy S4, que tampoco tuvo mucho éxito y que más fue un nuevo experimento lo que sirvió para la gran apuesta del fabricante con sus siguientes generaciones.
Curvas mas, curvas menos, Samsung se mantuvo incólume en los gama alta, tanto en su serie S como en los Notes, hasta el año recién pasado donde realizó un giro con tres modelos, dos planos y uno curvo, pero menos curvo, lo que replicó en sus Note 20, dando una clara señal que al menos el fabricante quiere «aplanar» sus pantallas.
HUAWEI
Huawei que de incipiente participante del mercado en 2014 daba el brinco cualitativo en su gama alta con su P9 y sus cámaras Leica, aún mantenía su pantalla plana, pero se embarcó en las pantallas curvas tanto en la familia Mate como en los P, siendo el Mate 20 Pro el primero de la casa asiática en ofrecerlo, llegando al extremo de la curvatura con el Mate 30 Pro (pantalla tipo cascada le llaman) donde el resbalón de los dedos era muy recurrente.
En la generación reciente, los P40 Pro siguen la línea de pantallas de bordes curvos, menos pronunciados, y vuelve al extremo de la curvatura en el más reciente Mate 40 Pro lo que marca la idea de Huawei de que toda su gama alta es de pantallas de bordes curvos.
XIAOMI
Xiaomi ha seguido un camino zigzagueante en este apartado, pues su primer gama alta de pantalla de bordes curvos fue el Xiaomi Mi Note 3, luego instauró la tendencia con los MI9, MI10 y el reciente MI11, pero de manera progresiva ha ido reduciendo el diámetro de los mismos y apostando por pantallas planas en los gama alta por primera vez en dos años con su MI10T y MI10T Pro.
Una de las críticas más recurrentes de parte de usuarios y de técnicos especializados, es que a medida que las pantallas de borde curvo fueron elevando su calidad, pasando a AMOLED, los bordes de las mismas comenzaron a dejar «rastros» de líneas verdes, sombras y que teniendo el teléfono (de la marca que fuese) en horizontal, hacia perder milímetros importantes para poder ver contenidos de extremo a extremo.
No hay que extrañarse que la industria esté girando hacia la pantalla plana al cien por ciento, pues además todo pasa por un tema de costos, en tiempos en que cada centavo de producción es importante para cada fabricante, y es una tendencia que como todo, es cíclica, por lo que no nos debemos de extrañar que termine imponiéndose.
Aunque en gustos no hay nada escrito claro está.
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