A pocos días de dejar el cargo de Presidente de EE.UU, pese a su regaño, Donald Trump insiste en seguir dictando indicaciones, y este jueves ha agregado a la ya larga lista de firmas china a su Lista negra a Xiaomi, el fabricante de teléfonos que en estos momentos es el cuarto mayor vendedor de dispositivos del mundo.
Si bien es muy prematuro tener una conclusión, es importante consignar que en una primera etapa, la inclusión de Xiaomi dice relación con un decreto ejecutivo firmado por el propio Trump que califica a Xiaomi como «empresa militar china» y les da un plazo perentorio hasta noviembre de este año a desprenderse de todo tipo de inversiones de empresas de EE.UU en la firma china.
Hay que tener en cuenta que la lista a la que ha sido añadida Xiaomi, y en la que también figura Huawei por otros motivos, está relacionada con empresas con vinculaciones con el ejército chino y que son demasiado cercanas para llegar a suponer una amenaza potencial para los Estados Unidos.
Esta lista se creó en 1999, aunque nunca ha tenido demasiado peso hasta la llegada de Trump.
“Las empresas estarán sujetas a una nueva prohibición de inversiones de Estados Unidos que obliga a los inversores estadounidenses a deshacerse de sus participaciones en las empresas de la lista negra antes del 11 de noviembre de 2021″, según señala el decreto.
DEJARÁ GOOGLE A XIAOMI?
De momento no implica un bloqueo directo ni la prohibición de utilizar software o hardware de empresas como Google o Microsoft, pero es una advertencia para las empresas estadounidenses que quieran comerciar con Xiaomi, como es el caso de Qualcomm.
PODRÁ SEGUIR USANDO PROCESADORES QUALCOMM?
Es de alguna forma una empresa estadounidense que tiene vínculos comerciales con Xiaomi o alguna de sus filiales y que de ser así, deberá vender su partipación quedando supeditada las ventas a futuro de procesadores a la firma china.
NUEVO PRESIDENTE BIDEN PUEDE CAMBIAR DECRETO?
No es algo que pueda cambiarse de la noche a la mañana, y una reversa podría tomar semanas e incluso meses, pero dependerá de cómo se plantee el escenario entre EE.UU y China y como se piensa relacionarse luego de la tormentosa relación que ambas partes han tenido durante el mandato de Trump.
