Desde hace semanas que se especula que el Gobierno de Brasil dejaría fuera a Huawei para participar en los procesos de licitación de redes 5G, donde incluso el propio Presidente, Jair Bolsonaro, busca respaldo legal para así argumentar su oposición a que la firma china de telecomunicaciones y tecnología entre al negocio de redes en su país.
De acuerdo a un reporte de Reuters, el asesor de seguridad de Bolsonaro, Augusto Heleno, y el Ministerio de Comunicaciones están considerando un decreto presidencial que podría implementar nuevas disposiciones de seguridad en el apartado de las telecomunicaciones, lo que obligará a operadores y proveedores que cumplan con ciertas condiciones.
Bolsonaro aparentemente está siguiendo los pasos de su aliado, Donald Trump que bajo su gobierno ha declarado que Huawei es un riesgo para la seguridad nacional y colabora con el espionaje del gobierno chino, pero en el caso del gobierno brasilero, China es su mayor socio comercial por lo que la prohibición podría hacer que el gobierno también enfrente fricciones con el gobierno chino.
Del mismo modo, en noviembre pasado, el Secretario de Estado de la administración saliente, Mike Pompeo, visitó por segunda vez Brasil y se reunió con representantes del gobierno de Brasil, donde se dejó en acuerdo una eventual ayuda estadounidense por sobre US$1.000 millones para «incentivos tecnológicos» en el gigante sudamericano.
Mientras que el Presidente Bolsonaro enfrenta presiones y criticas desde dentro de la industria y de miembros de su gobierno, incluido el vicepresidente Hamilton Mourão.
Representantes de la industria advierten que un decreto presidencial podría conducir a una batalla legal con empresas de telecomunicaciones que ya están utilizando equipos fabricados por Huawei, una batalla a la cual se sumarían los mismos operadores pues alejarse de sus proveedores chinos podría obligarlos a realizar costosos reemplazos en su equipo de redes.
Actualmente, la mayoría de los operadores de telecomunicaciones brasileños utilizan equipos de Huawei en sus redes 3G y 4G y una prohibición completa contra la empresa china podría tener un costo importante para Brasil y exponerse a tensar una relación con China.