Huawei no solo ha estado luchando contra el veto estadounidense y las presiones a sus proveedores, sino que además enfrenta otra situación crítica en India, un país con el cual China está en conflictos limítrofes que sin duda afecta a todos los fabricantes chinos presentes en el segundo país más habitado del planeta lo que le ha llevado a reducir de manera fuerte su presencia.
Hace unos meses cerró sus oficinas oficiales y entregó la distribución de la marca a un tercero, teniendo en cuenta que el negocio de los teléfonos inteligentes de Huawei está disminuyendo gradualmente, y medios chinos, muy sensibles con el manejo de la información han reportado que las expectativas de ventas de Huawei se han reducido al mínimo, con el agravante de que la compañía, junto a otras marcas chinas, quedaron fuera del programa de incentivos tributarios del Gobierno de la India.
Huawei tenía proyectadas ventas por cerca de US$1.000 millones en ese país, las que han quedado reducidas a su mínima expresión junto con la incertidumbre de qué ocurrirá con el centro de I+D que tiene en el país, el cual por ahora se mantiene.
En sus oficinas de Bangladesh, Huawei dejó solo a un representante oficial quien ahora coordinará el negocio de equipos de Huawei en todo el país y su distribuidor, Smart Technologies, que a cargo de las operaciones comerciales, de ventas y de marketing.
Smart Technologies realizará ventas, marketing y soporte a los millones de usuarios de Huawei en ese país y el panorama en el corto plazo no se avizora positivo, y todos esperan las elecciones de noviembre en EE.UU pues no habrá cambios solo si Joe Biden gana, si bien tampoco es un admirador de los fabricantes chinos, se dice que su política comercial será opuesta a la que ha llevado adelante el actual Presidente, y que un gobierno liderado por Biden sean mucho abordable que con la actual administración.