Coincidencia o no, el día miércoles con diferencias horarias, desde China, el fabricante Xiaomi estrenó sus Xiaomi Mi10 T Lite, Mi 10 t y Mi 10 T Pro, un trío que se las trae, pues juega con un mix de características muy particulares ya que ofrece el procesador de gama alta Snapdragon 865, pero con tasa de refresco de nada más ni nada menos que 144 hz, en una pantalla LCD.
Claramente es un recorte importante si el nicho de estos dispositivos apunta al gamer para que viva una experiencia de juego con desplazamientos sin problema alguno, pero a cambio, reduce la capacidad de su pantalla y deja de lado un panel OLED o IPS.
Por cierto, las versiones Mi1o T standard y Mi 10 T Pro ofrecen cuatro cámaras traseras con la diferencia que la principal en una es de 64 MPs y en el otro es de 108MPs y con baterías de generosa capacidad, alcanzando los 5.000 mAh, sonido stereo, pantalla de 6,67, todo ello paquetizado en un precio que parte en los US$535.-
Al cruzar el Atlántico nos enteramos horas más tarde de otro importante lanzamiento de un nuevo duo de dispositivos de Google con sus Pixel 4 versión 5G, y el nuevo Google Pixel 5, que aparte de garantizar una gran calidad en su apartado fotográfico por excelencia, ofrecen una tasa de refresco de 90Hz, pantallas sin muescas, apostando a agujeros discretos y a cambio, un procesador ya no de gama alta, sino que un Snapdragon 765G (otra vez) con un precio base de US$499.- y US$699.- por el Pixel 5.
Ambos ejemplos nos están dando una clara señal que la oferta de los fabricantes se está abriendo a mayores opciones y dejar de lado el encasillamiento y autoconvencimiento de que todo fluirá muy bien y que se podrá jugar o ver con gran fluidez si se apuesta por un procesador recién salido de fábrica pero con una pantalla LCD como es el caso de Xiaomi.
Tanto Xiaomi como Google hoy, cada una en lo suyo nos están señalando que se pueden hacer ajustes, recortes menores que no afectan el resultado final, pero que pueden ser una solución atractiva para quienes no están dispuestos ni tampoco quieren pagar demás y es acá donde el usuario deberá decidir si quiere gran rendimiento con un procesador de gama alta, o bien mejor pantalla con menor chip.
