Mario Romero.- En completo sigilo y con sendas reuniones que se han llevado a cabo vía videoconferencia han ido avanzando lentamente las etapas que cada una de las marcas, Oppo, Realme y vivo se han ido planteando en su arribo a Chile y que de acuerdo a las fuentes de la industria, esto ocurriríais antes que termine el año, pero no hay certeza de cuál será la primera.
Durante las cuarentenas comenzaron las primeras aproximaciones, incluso se sabe que al menos una de las tres marcas, ya había iniciado el proceso en marzo pasado, cuando el tema del COVID19 no había explotado, y según nos comenta uno de los ejecutivos entrevistados «pensamos que todo quedaría en nada, pero solo fue una postergación de las fechas, ya que los planes nunca se cancelaron».
LAS ESTRATEGIAS DE OPPO, REALME Y VIVO EN MÉXICO Y COLOMBIA
Factor clave en mantener la presión por la sana competencia es el hecho de que Oppo llegó a México en marzo, con oficina propia y equipo ejecutivo y de ventas, para luego sumarse Realme, a través de un distribuidor oficial que se llama Doto y los ofrece con el respaldo de la marca con los modelos, Realme 5, Realme XT, Realme X2Pro.
En Colombia por su parte, el fabricante vivo se estableció de la mano de un distribuidor oficial, un operador local y de la conocida cadena de retail Falabella, y estrenaba operaciones en el país cafetero con sus modelos de gama media Y50 y el Y30.
LOS MOVIMIENTOS HASTA AHORA EN CHILE
El actual status ha ido avanzando acorde nuestras fuentes, y todo indica que cada una de las tres marcas tomará estrategias diferentes para asumir su llegada al país, pero es clave la asociación con operadores locales, y al menos se sabe que Oppo tiene un acuerdo regional con America Móvil, la matriz de Claro, y es una variante que permitiría cierta ventaja para poder paquetizar una oferta y sobretodo su difusión comercial.
Un exejecutivo de una operadora nos comentaba que «para el éxito de una operación cada marca debe contar con el mix de producto estrella-precio-operador-retail, y sin esa fórmula, será difícil poder pensar en proyectarse, más aún que las cifras de crecimiento en el mercado de los celulares en Chile está estancada».
LA FÓRMULA PARA CHILE
Si bien Oppo, vivo y Realme guardan sus secreteos bajo siete llaves, al menos se sabe que dos de las tres marcas comenzarán operaciones antes de Navidad, y el mix será «lo más atractivo para el exigente usuario chileno» según nos comentan of the récord, e incluso podría darse el caso que alguna de las tres marcas, postergue su lanzamiento para marzo de 2021 y desde la industria comentan que : «La marca que no parta ahora, mejor que no siga insistiendo, hay oportunidades en el mercado chileno, las cifras de 4 millones de teléfonos vendidos en enero – junio es una señal potente de que llegará por sobre los 8 millones, pues el factor cuarentena, sumado a las compras de Navidad suman atractivos únicos e irrepetibles».
AFECTA SITUACIÓN DE HUAWEI EN CHILE SIN SERVICIOS DE GOOGLE?
El hecho de que la firma china Huawei no ofrezca sus teléfonos con los servicios de Google incluídos es un factor, pero no es determinante, se podría concluir de acuerdo a diversas opiniones de analistas, ejecutivos de la industria y que ven con buenos ojos la llegada de las tres marcas al país y que «la situación de Huawei no debería ser siquiera un factor adicional», pues como nos comentaron que «su principal usuario de gama media aún tiene los modelos con Google… si va a cambiarlo, eso aún es muy prematuro».
COMENTARIO
Será bienvenida la llegada de las tres marcas, que paradójicamente pertenecen al conglomerado BBK Electronics, que además suma IQOO (sub marca de vivo precisamente) y OnePlus, el gama alta que muchos comparan con iPhone en prestaciones y que en su conjunto durante el primer trimestre de este año representaron el 27% de las ventas mundiales de teléfonos según IDC.
El factor clave de la llegada a Chile de Oppo, vivo y Realme y de su éxito a largo plazo se basará principalmente en cómo planteen su modelo de negocio, y recordemos que uno de los mayores desaciertos de Xiaomi cuando ingresó de manera oficial al país, fue ofrecer un teléfono extremadamente básico (Xiaomi S2) mientras que los importadores locales agotaban inventarios de modelos de gama alta.
Y ese será el «santo grial» de la operación que cada una de las tres marcas debe esquivar.
