Apple, al igual que Google han sido demandadas por la firma Epic Games, responsable del popular juego Fortnite, que ha sido eliminado de las dos tiendas más importantes del mundo, y que sin lugar a duda, plantea diversas interrogantes, dudas y definiciones que la propia industria deberá resolver, pero que desde la vereda del usuario, urge no solo entender, sino que recibir un trato justo.
El caso de Apple es mas complejo aún pues una semana antes, bloqueó el servicio xCloud de Microsoft, que le habría permitido jugar juegos de Xbox en dispositivos Apple la que permite que otros servicios de transmisión ofrezcan aplicaciones, por lo que toda la política es un poco impredecible.
SEGURIDAD O MURO?
Apple quiere prohibir la posibilidad de que los usuarios transmitan juegos desde otro servicio, en plataformas iOS o macOS. Este es el problema con xCloud y con la aplicación de juegos de Facebook que tuvo que eliminar todas las funciones del juego antes de que Apple permitiera que apareciera en la App Store. En estos casos, los jugadores pueden elegir entre una selección de títulos que se ofrecen a través de otros servicios.
Apple no puede controlar eso, y eso es un problema, ya que la compañía está muy decidida a garantizar la seguridad y privacidad de los datos de los clientes, pero resulta difícil creer que una compañía como Microsoft, sea un peligro para la plataforma de Apple y todo indica que la creador del iPhone no parece querer que las empresas que aportan tanto poder de negociación ofrezcan sus propios juegos a través de los servicios de Apple como es su Apple Arcade.
Apple quiere dinero de los desarrolladores
La prohibición a Fortninte está relacionado con el problema con los servicios de transmisión de terceros, puesto que Epic Games tiene que pagar tarifas elevadas para obtener Fortnite en la App Store, y luego solo usar los sistemas de pago de Apple como método para que los jugadores compren V-Bucks. Epic Games vio esto como Apple esencialmente una doble inmersión y creó un método en el juego para comprar moneda a través de su propio sistema de pago. Apple inmediatamente prohibió Fortnite como resultado.
Estas prohibiciones son un intento de proteger las fuentes de ingresos de los juegos. Apple sabe que la mayoría de los ingresos móviles provienen de los jugadores que compran cosas como V-Bucks o cajas de botín. Mientras los jugadores hagan eso con el sistema de pago de Apple, Apple se beneficia con una tarifa comercial del 30%, y Apple realmente quiere aferrarse a ese sistema de tarifas para obtener ingresos.
Los desarrolladores están perdiendo formas de ganar dinero
Los gobiernos de lado y lado se han empecinado en crear nuevas regulaciones que prohíben las cajas de botín y cualquier forma de juego e incluso limitan el tiempo que la gente puede pasar jugando. Países como el Reino Unido están considerando prohibir por completo una amplia franja de compras dentro del juego, y Estados Unidos está considerando regulaciones similares.
Eso hace que este sea un momento difícil para que Apple insista en sacar dinero de la parte superior, cuando el modelo de ingresos en sí mismo está en peligro de colapsar en los próximos años.
Apple tiene decisiones difíciles por delante para los juegos
Apple se está esforzando por mantener un modelo de tarifas que los desarrolladores odian, impulsado por la actividad en el juego que pronto ya no será posible, mientras evita las asociaciones con otras grandes plataformas de juegos. Si eso no le parece muy sostenible, no está solo y las demandas actuales son una señal de que Apple tiene que tomar algunas decisiones.
Podría relajar las reglas de transacciones en el juego y perder una parte de los ingresos, pero mantener asociaciones con desarrolladores valiosos o bien podría decidir concentrarse por completo en compras únicas de juegos en Apple Arcade como una forma de prepararse para las prohibiciones de las transacciones dentro del juego.
Apple además, deberá tomar en cuenta la relevancia de los usuarios- gamers…. un nicho no menor, que hoy al menos no están concentrados en Apple Arcade, y expulsado a otras plataformas, no hace más que aislarse en un mundo cada vez más colaborativo, al menos en el área de la tecnología.
