Si bien el mercado de India puede resultar para Occidente como un «mundo aparte» dadas las condiciones socio-políticas y geográficas, teniendo en cuenta que es el segundo país más poblado del planeta detrás de China, su economía se encuentra en una constante de crisis e inestabilidades con demanda siempre comprimida y donde el mercado por su tamaño gigantesco, es primordial para todos los fabricantes de teléfonos móviles.
No en vano, Apple no solo vende sus iPhones sino que cuenta con tres plantas en diversas regiones industriales de la India, donde ensambla el iPhone 7 y el iPhone XR, Huawei, Xiaomi y Samsung también disponen de líneas de ensamblaje para poder cubrir la demanda en gran volumen, pero enfocándose por cierto a teléfonos de precio promedio de US$300.-
En ese contexto, la competencia es descarnada y según recientes cifras de la consultora Canalys, las firmas chinas son las que mejor adaptan sus ofertas al mercado indio, siendo ahora el fabricante vivo el segundo mayor vendedor de teléfonos inteligentes en India en el primer trimestre con 6,7 millones de teléfonos enviados lo que le otorga el 20% del mercado, dejando en según lugar a Samsung con solo 6.3 millones de teléfonos.
En términos generales, Xiaomi sigue siendo el líder del mercado de la India con 10,3 millones de teléfonos enviados y la emergente marca Realme envió 3,9 millones de teléfonos, lo que representa un aumento del 200% respecto al año pasado.
Pese a la situación económica, las ventas de teléfonos en la India reportó un aumento del 11.5% en los envíos de teléfonos, a pesar de que el país entró en una cuarentena total desde la última semana de marzo hasta el 14 de abril y pese a ello, se enviaron un total de 33,5 millones de teléfonos en los meses de enero a marzo, un aumento de más de 3 millones en el mismo período del año pasado.