Mario Romero Editor TransMedia.cl.- La Feria MWC de Barcelona ya es historia pues ha debido ser cancelada debido a los riesgos inherentes relacionados con el coronavirus, y en especial relación con la gran cantidad de visitantes provenientes de China, lo que acrecentaba el riesgo de contagios, y pareciera ser que las empresas que comenzaron a bajarse del evento, consideraron que las medidas propuestas por los organizadores no convencían.
Pese a los esfuerzos de las autoridades en garantizar una MWC sin contratiempos, el retiro en efecto dominó de empresas hizo que los organizadores se reunieran ayer AM (hora Chile) para poner paños fríos y seguir adelante con lo planeado, pero finalmente, la presión de los expositores, los riesgos in crecendo, terminaron por tomar la decisión (correcta) de cancelarla, no de suspender ni posponerla. Esto es historia hasta el 2021 y también servirá de punto de inflexión para saber si acaso llegó el momento de replantearse su existencia, toda vez que las grandes compañías hoy realizan sus propios eventos y que con streaming incluido logran una cobertura que solo los mejores tiempos de la televisión abierta ofrecen (y a menor costo).
La MWC de Barcelona ha sido cancelada y ahora los expositores y organizadores tratarán de llegar a acuerdos para los pagos de primas y seguros, para efectos de recuperar en parte la inversión (no menor) que implica un evento de esta naturaleza.
Revisando el contrato de expositores nos encontramos con bastantes sorpresas y no son muy positivas, pues algunas cláusulas del contrato de la feria con las compañías, autorizaba al MWC, a reorganizar, posponer o cambiar de recinto el certamen, sin que los exhibidores pudiesen reclamar nada, si consideraba que esos cambios permitían cumplir mejor los objetivos comerciales.
El rol que cumpla la GSMA, la asociación de operadores que es la dueña del evento, será clave en cómo podrá devolver parte de los millones de dólares a los exhibidores, teniendo en cuenta eso sí, que hay dineros que se dan por perdidos, y tomando en cuenta que el mayor costo de la inversión es el valor del piso, el que corresponde al metraje comprado por las empresas y que se pagó por adelantado el año pasado.
Gastos como la construcción de los stands y reservas de hoteles y restaurantes, corren por cuenta de las empresas y no pueden ser devueltos por la organización.
Se debe tener en cuenta que las normas del MWC son muy estrictas para las anulaciones por parte de las compañías, pero lo más inquietante, y donde de seguro algunas compañías y organizaciones pondrán el grito en el cielo, es el hecho de que la GSMA no podrá contar para la devolución a los exhibidores con la ayuda de los seguros contratados, ya que entre las cláusulas figura una que descarta la aplicación del seguro en caso de «enfermedades infecciosas».
Acá sin duda, deberá ser el Gobierno español el que también ponga su parte pues de lo contrario se toma un problema gratuito y que de paso ha dejado en claro que por mucho que sea un evento de telefonía, de telecomunicaciones, acá ha fallado la comunicación entre los estamentos que estaban a cargo del evento.
Todo indica que por allá, tampoco «lo vieron venir»