La fotografía de teléfonos está mejorando cada año con las principales marcas marcando importantes avances en fotografía, particularmente en dispositivos como Apple, Google y Huawei y si bien los sensores han mejorado en tamaño y las capacidades de procesamiento han avanzado, las lentes frente a los sensores han permanecido igual, en su mayor parte.
En paralelo, más allá de Huawei, otros fabricantes de teléfonos chinos ya han avanzado para mejorar hasta dónde pueden llegar las cámaras, como Oppo y Huawei cuyos dispositivos utilizan una configuración de periscopio donde la matriz de lentes se coloca perpendicular a la parte posterior del teléfono y se sabe que Samsung está trabajando en una idea similar, en paralelo del desarrollo de su chip ISOCELL que permite lentes de hasta 108MP que estrenó vía licencia el Xiaomi MiX Alpha.
No obstante lo anterior, Apple ha inscrito dos nuevas patentes de cámaras, lo que refuerza su estrategia de mejorar aún más la calidad de imagen de los futuros iPhones, con una tecnología cuyo nombre se denomina «Sistema de lentes plegadas» con tres o cinco «lentes refractivas» que muestran lentes que se reflejan a través de un prisma, por lo que no es necesario colocarlas directamente desde la parte posterior del teléfono.
Al colocar las lentes de esta manera, los fabricantes de teléfonos pueden hacer que la distancia entre el sensor y las lentes sea más larga mientras se reduce el tamaño de la protuberancia de la cámara necesaria para soportar todo el hardware necesario, incluido un estabilizador óptico de imagen y ensambles de enfoque automático.
La configuración de tres elementos podría ofrecer entre 80 mm y 200 mm de distancia focal (equivalente a 35 mm) y un campo de visión entre 18 y 28 grados, lo que lo hace ideal para una cámara de teleobjetivo. Mientras tanto, la configuración de cinco elementos se puede utilizar como cámara estándar «amplia» con una vista focal entre 28 y 41 grados con una distancia focal equivalente de 35 mm de 50 mm a 85 mm.
Por lo pronto, habrá que ir viendo cómo se van deslizando las primeras pistas reales para tener una idea más clara de cuánto podremos «sonreír».
