En una carta enviada internamente a los miles de empleados de la compañía, el fundador y CEO de Huawei, Ren Zhengfei, advirtió que la empresa necesita una reestructuración y que debería «reorganizarse» en un plazo de tres a cinco años para que pueda tener un plan de operación que pueda hacer frente a las sanciones de Estados Unidos.
Lo que no queda claro es si ese concepto involucra despidos o crear nuevas áreas de desarrollo dentro de la misma empresa, reasignando funciones sin tener que reducir la planta de trabajadores.
Después de la reciente prohibición impuesta por la administración Trump en mayo de 2019, compañías estadounidenses como Google, Qualcomm, Micron e Intel dejaron de hacer negocios con Huawei y otras firmas también redujeron sus transacciones comerciales con Huawei.
Si bien a fines de junio en el marco del G20 en Tokio, la prohibición se relajó recientemente, no hay comunicación oficial al respecto por ahora y el gobierno de EE. UU pospuso contactos con Huawei después de que la compañía china lanzó su sistema operativo Harmony.
Insistimos que todo lo que se pueda señalar no es definitivo, y dependerá solo de lo que determine el gobierno de EE.UU, por ello desde China están tomando medidas preventivas a largo plazo y aunque Huawei tiene su sistema operativo Harmony y sus chips Kirin, aún enfrentará algunos problemas si se desconecta de los EE. UU.
Enel caso del software utilizado para el desarrollo de chips Kirin es de la firma estadounidense Qualcomm y claramente parece que Huawei necesita una alternativa a todos los proveedores de ese país que está utilizando actualmente, aunque afortunadamente , el negocio de teléfonos inteligentes de Huawei ha ido muy bien.
En el primer trimestre de 2019, los envíos de teléfonos móviles de Huawei sumaron 59 millones de unidades lo que representó un 50% de crecimiento y situó a Huawei en el segundo lugar, por encima de Apple y de acuerdo a a los últimos datos, los envíos de teléfonos móviles de Huawei en la primera mitad del año fueron de 118 millones de unidades, un aumento interanual del 24%.
Pese a números positivos, la reorganización es necesaria para poder enfrentar los nuevos desafíos que se vienen, con Trump o sin él.