La marca Philips está de vuelta en Chile desde donde quizás jamás dejó de estar, pues el arraigo que tiene con nuestro país va de la mano con la misma industria televisiva, puesto que para la década de los años sesenta, post Mundial de Fútbol en Chile, fue este fabricante uno de los primeros no solo en ofrecer sus televisores blanco y negro de 26″, sino que llegó a establecer una fábrica por muchos años.
Pero eso ya es parte de la historia y en pleno 2019 la marca está ofreciendo una gama totalmente actualizada, con tecnología acorde los tiempos y llegar a competir en pleno contra los asiáticos de LG, Samsung y Sony, una tarea que parece titánica y gracias a la gentileza de Philips Chile, hemos podido probar uno de sus televisores para poder comentarles nuestra experiencia como simples usuarios, sumando nuestro bagaje y conocimiento.
El modelo probado fue el nuevo Philips Serie 6700 de 55″ con resolución 4K UHD, y que en su descripción nos menciona dos elementos claves y propietarios como son su tecnología Ambilight y su sistema operativo propio Saphi.
En términos de equipo como tal, el Philips es pesado, más de lo que estamos habituados con respecto a otros del mismo tamaño y si bien no hay fierros al descubierto, al menos al momento del montaje bajo el plástico hay fierro lo que le da el equilibrio a la pantalla, aunque nos encontramos con que las dos bases tipo «pata de gallina» siendo de metal, las encontramos un tanto cortas en proporción.
Incluye un gran control remoto que más que ofrecer un botón dedicado a Netflix (que harán cuando arriben los demás?) el mayor atractivo es su teclado qwerty en sus espaldas, lo que es para aplaudir.
Una vez montada, descubrimos que sus conectores traseros están demasiado escondidos, lo que genera una suerte de exigencia mayor y doblez innecesario a los cables, lo que podría generar un desgaste en menor tiempo y de hecho cuesta bastante insertar no solo el enchufe, sino que el HDMI y los demás, que dicho sea de paso, incluye entrada de audio óptica.
Dió una pequeña pelea con la configuración de WIFI, pero se logró.
Configurar la televisión es pasar por idioma y pasearse por las diferentes opciones que nos entrega el fabricante, donde su sistema operativo «Saphi»nos permite por defecto acceder como app a Netflix, Video, además de un acceso a «App Gallery» que no tenia nada pero que tampoco quedaba claro cómo podías agregar apps ni de donde. Nos complicó su sistema operativo en la imposibilidad de acceder a una «tienda de apps» real, pues no es Android y no encontramos en el Manual del usuario el cómo hacerlo. (Punto para que Philips lo trabaje urgentemente así como habilitar un servicio 800 pues si existe, éste no ha sido informado). y solo está una hoja de garantía, horario de atención en la oficina, pero nada más.
Una vez conectados a una fuente de contenidos, probamos Netflix en diferentes configuraciones (series en Full HD, HDR, 4K UHD) para ir viendo como se lucían, y tuvimos que recurrir a los tradicionales ajustes de color, tipos de imagen (deportes, standard, película, futbol, etc) y así también al sonido llegando al nivel 70 para una sala de no más de 30 metros cuadrados y no es por sordera del editor, el sonido es bajo.
La pantalla a la distancia adecuada luce muy bien, más de lo que pensamos que sería, y el «toque» diferenciador clave es el sistema Ambilight, que corresponde a una serie de LEDs que cubren todo los bordes de la pantalla, no sobresalen, pero se recomienda una distancia no muy alejada de un muro, ambiente de poca luz y a vivir una experiencia que enriquece ver contenido, pues el entorno se ilumina acorde lo que estás viendo. Punto alto.
En términos generales, nos parece que Philips en primer lugar, nunca debió de irse, tiene cómo y con qué tener su espacio, pero también deben de entender que el precio al cual ofrecen este modelo está fuera de mercado y resultará comercialmente inviable competir, pues tiene los méritos, pero si bien está a precio rebajado de CLP$359.990.- (de un valor oficial de CLP$559.990.- en retail) no se condice con una estrategia de lograr convencer a los usuarios chilenos de comprarla.
