En casi una semana de haberse puesto en las tiendas Google Play y App Store, la aplicación viral FaceApp le ha dado a las personas el poder de cambiar sus expresiones faciales, su apariencia, ya sea mucho más viejo, como también más joven pero curiosamente son las menos fotos que se ven y del mismo modo, al usarla, las personas le han dado a FaceApp el poder de usar sus imágenes y nombres para cualquier propósito que deseen, durante el tiempo que lo deseen.
Esto señala la polémica política de privacidad de FaceApp :
Usted le otorga a FaceApp una licencia perpetua, irrevocable, no exclusiva, sin royalties, en todo el mundo, totalmente pagada y con licencia transferible para usar, reproducir, modificar, adaptar, publicar, traducir, crear trabajos derivados, distribuir, realizar públicamente y mostrar su contenido de usuario y cualquier nombre, nombre de usuario o imagen proporcionada en relación con su Contenido del Usuario (la foto) en todos los formatos de medios y canales conocidos o desarrollados posteriormente, sin compensación para usted.
Cuando publica o comparte contenido de usuario en nuestros Servicios, o de otro modo, comprende que su Contenido de usuario y cualquier información asociada (como su [nombre de usuario], ubicación o foto de perfil) serán visibles al público.
Con ello, la empresa matriz rusa de la aplicación, Wireless Labs, ofrecerá su cara comercialmente ya sea a agencias, medios, avisos o bien su su rostro probablemente terminará entrenando un algoritmo de reconocimiento facial de IA, pero lo malo de todo esto que se sabe (tras el escándalo de Cambridge Analitica) que los datos recopilados no siempre se almacenan de forma segura ni privada.
Una vez que se carga algo en la nube, ha perdido el control si ha otorgado o no una licencia legal a su contenido y es esa una de las razones por las cuales Apple, sensible a la privacidad, está haciendo la mayor parte de su trabajo de AI en el dispositivo.
Para que FaceApp realmente funcione, debe darle permisos para acceder a sus fotos.. si … a todas.
Quizás lo de hacerse viejo nos estará arrugando el ceño con tanto infringir nuestro espacio, pero se debe tener en cuenta, que estamos tomando un servicio gratuito, como son todas las redes sociales, que a cambio te piden algo, desde tu correo electrónico, tu ubicación o bien ahora, tus arrugas.