Tras la salida a Bolsa el año pasado por parte de Xiaomi, y una serie de reorganizaciones, ordenamientos internos y cambios en las jefaturas, junto con la decisión de trabajar con submarcas, se ha propuesto un gran desafío, partiendo por casa.
El CEO de la empresa, Lei Jun y el equipo de Xiaomi China tras una reunión a puerta cerrada acordaron lo que han denominado «Xiaomi Iron Army» donde se plantean el compromiso, en un plazo de tres años para que la compañía capture el mercado chino, de la manos de sus marcas Xiaomi y Redmi y los productos AIoT (Artificial Internet of Things) y los negocios emergentes en 5G para conquistar la mayor parte del mercado chino.
Lei Jun CEO Xiaomi
En enero de este año, Xiaomi anunció su estrategia con un enfoque en teléfonos móviles y AIoT para crear un ecosistema inteligente de dispositivos conectados. Todas estas decisiones se generan luego que Xiaomi anunciara la reestructuración de la región de China y el establecimiento de un comité de negocios que mantendrá informado en todo momento al CEO Lei Jun.
Sin embargo, Xiaomi tiene varios obstáculos que superar para derribar a Huawei, que tiene la mayor participación de mercado en China hasta el momento, más allá de las dificultades actuales con EE.UU y el veto en ese país, pues la cadena de producción de Xiaomi aún no alcanza los niveles de Huawei, y si bien se ha invertido en nuevas plantas, tanto en China como en India, aún no logran establecer una línea de producción lo suficientemente eficiente.
Del mismo modo, los problemas de Xiaomi también pasan por un tema de estrategia comercial, donde no se invierte en campañas de televisión, y donde el reconocimiento de la marca aún es bajo, pero pese a ello se sitúa dentro del «Top Five» de despachos de teléfonos en la actualidad.
Será clave para la concreción de los planes de Xiaomi, lo que pase con Huawei, pero todo parte en cómo ellos se organizan para vender mejor.
