Samsung, en su afán de buscar diferenciarse, marcar tendencias, fue el primer fabricante en ofrecer pantallas de bordes curvos en su Galaxy S6, bajo el concepto «Edge» (bordes) y los ha ido perfeccionado, puliendo, dejándolos menos pronunciados o más, dependiendo del modelo.
Ahora, los ingenieros de Samsung siguiendo con la obsesión por las curvas (de los teléfonos) han diseñado un dispositivo que bien podría asemejarse a una gota de agua extendida, tanto el cristal de la pantalla como el dorso del metal son superficies curvas largas y lisas, como lo demuestran estos renders preparados por el team de LetsGoDigital en base a patentes previas de la surcoreana presentada en la Oficina de Propiedad Intelectual Mundial a fines de 2018 y publicada la semana pasada.
Botones ausentes y bordes pulidos
Aunque las pantallas de borde curvo, no son del gusto de todos, esto diseño futurista, que muestra curvas suaves y largas no parecen tan invalidas como el diseño clásico de los bordes y las curvas son una parte integral y fundamental del diseño del teléfono, una superficie suave y continua que crea todo el volumen.
La patente afirma que el diseño redondo general, que es mucho más delgado en la parte superior e inferior, mejora el agarre e incluye un lector de huellas dactilares debajo de la pantalla y un módulo de cámara selfie incrustado en el diseño, colocado en ángulo para que sea perpendicular a la cara del usuario.
Si acaso será un producto comercial? Pues una patente no necesariamente es garantía de que se haga realidad.