Colaboración de Héctor Roldán Vargas.- Nuestra realidad cambió y para siempre. Vivimos en un mundo digital, global e hiperconectado, caracterizado por el cambio social, económico, político y tecnológico constante.
En función del tipo de organización, industria, tamaño, cultura y organización, cada empresa afronta este desafío de la transformación y sus dificultades, con un ritmo diferente, que determina finalmente el volumen y naturaleza de las iniciativas que pone en marcha para avanzar.
Para cualquier empresa, el objetivo de esta transformación no es estático. Es que estamos presenciando un momento en el que la tecnología ha modificado la conducta de las personas, y la forma en que estas se relacionan con las organizaciones. Las redes sociales han contribuido a conectar y a polinizar conductas de manera global, pero también han generado una nueva relación entre empresa y cliente, más exigente, simétrica y equilibrada. Es este nuevo consumidor el que modifica en mayor medida las exigencias, y obliga a toda organización no sólo a enfrentarse a sus propios desafíos, sino a los de un entorno competitivo en el que el primero que logra avanzar, normalmente es el que gana el juego.
El verdadero desafío de la transformación digital, está en impactar comportamientos y mentalidades, siendo fundamental para lograr este objetivo, que podamos liberar a la organización de falsas creencias basadas en la mitología corporativa.
En este sentido, existen las mentiras y también los mitos, y aunque parecen similares su naturaleza es muy distinta. Las organizaciones inteligentes pueden resistirse a las mentiras analizando detenidamente la evidencia disponible y con suficiente información de calidad, las mentiras son fáciles de detectar. Los mitos por el contrario, tienen una naturaleza más sutil, y por lo general se basan en verdades a medias, no se reconocen de forma inmediata y es por esta razón que incluso las organizaciones maduras e inteligentes pueden caer en la trampa.
Existen al menos 10 mitos que tienen relación con un proceso de transformación digital.
Mito 1: Necesitamos una estrategia digital
Una compañía funciona como un organismo vivo y no es posible optimizar una de sus partes sin impactar al resto del organismo. Pensar en que podemos desarrollar una estrategia digital, y dejar el resto del negocio a un lado de forma desconectada es absurdo. No necesitamos una estrategia digital, necesitamos una estrategia corporativa.
Hoy más que nunca tenemos que pensar detenidamente las cosas para poder actuar rápido, la estrategia sigue siendo lo que siempre ha sido: el arte de actuar bajo la presión de las condiciones más difíciles.
Mito 2: La tecnología es el elemento clave de la transformación digital.
La tecnología es necesaria pero no suficiente en un proceso de transformación. Para asentar con éxito este tipo de procesos hace falta desarrollar nuevas habilidades y capacidades internas, adoptar nuevas formas de trabajo, crear nuevos roles, potenciar una cultura de apertura al cambio y de mejora continua de forma permanente. son ejemplos de elementos clave de su agenda estratégica.
Mito 3: La transformación digital es una moda que pasará pronto
Personalmente estoy cansado de la tendencia del mercado de ponerle el apellido digital a todo, y creo que en algún momento el apellido digital será reemplazado por otro más de moda. Sin embargo ¿internet ha pasado de moda?
Debido a la velocidad en que se mueve el mundo, todas las empresas que quieran ser competitivas y proyectarse hacia el futuro, deberán asumir el proceso de transformación como un proceso permanente, y tendrá que ser parte de su ADN.
Mito 4: El foco de la transformación debe ser a largo plazo
En algunas industrias los cambios han sido extremadamente lentos, sin embargo en otras industrias como la música, la aparición de nuevas tecnologías han cambiado para siempre el modelo de negocio tradicional que conocíamos.
Un proceso de transformación, no tiene que ver necesariamente con el largo o corto plazo, sino con impactar las mentalidades y comportamientos de la organización de forma oportuna. La transformación nos impulsa a repensar los fundamentos de cómo funciona el negocio: las fuentes de creación de valor, los costos, y sobre todo la competencia.
Para liderar un proceso de transformación exitoso, no necesitamos alargar el horizonte temporal de nuestros pensamientos o de nuestras acciones, sino su profundidad. Lejos de tratar sobre las cosas que vamos a hacer en el futuro, el proceso de transformación se trata del presente, para dar forma al futuro que queremos.
Mito 5: Ya tengo una ventaja competitiva
El ciclo de vida de las empresas, se está acortando de forma muy rápida. En 1964 una compañía que cotizaba en el SP500, tenía una vida promedio de 33 años, sin embargo, hoy el ciclo de vida es inferior a 20.
El período de tiempo durante el cual una compañía puede mantener su ventaja competitiva sin transformarse, se está reduciendo drásticamente. Hoy en día para competir en la economía digital, es necesario generar capacidades internas que generen a su vez ventajas competitivas (ser ágiles, conocer mejor a los clientes, tener una excelente experiencia de usuario), tener una ventaja competitiva ya no es suficiente. Necesitamos de nuevas capacidades para ser competitivos en la economía digital.
Mito 6: Ejecución es igual a alineación
La mayoría de los directivos piensan que los procesos de cambio fracasan cuando no existe una correcta alineación entre los objetivos empresariales y los incentivos de los colaboradores.
Esto es necesario pero no suficiente, ya que la realidad es que los procesos de cambio fallan cuando no se consigue que exista una buena coordinación entre las distintas áreas involucradas en el proceso. Hay que recordar, que las organizaciones suelen ser muy hábiles para que los objetivos bajen en cascada desde la alta dirección hacia al resto de la organización, pero habitualmente fallan estrepitosamente en hacer que las coordinaciones entre áreas transversales fluyan de forma adecuada.
Mito 7: Buena ejecución equivale a estar 100% adherido al plan original
Esto radica en pensar que una buena ejecución, significa que tengo que seguir estrictamente el plan original. Esta creencia, está muy instaurada en las empresas Latinoamericanas, ya que se piensa que la falta de disciplina dificulta la ejecución.
La realidad a la que nos enfrentamos hoy en día, es que la falta de agilidad es el mayor obstáculo de cara a ejecutar una estrategia. La rigidez corporativa previene y evita que los equipos de trabajo desarrollen soluciones creativas a problemas que no se identificaron inicialmente o abordar oportunidades importantes que surgen en el camino del proceso de cambio.
Mito 8: Comunicación es igual a entendimiento
Es habitual que las empresas piensen que comunicar obsesivamente es la clave del éxito de un proceso de transformación, y aunque la comunicación juega un rol fundamental en el éxito de todo proceso de cambio, la realidad es que muchas veces la visión y los objetivos estratégicos no se entienden de manera correcta o se ven desconectados de la estrategia general de la compañía, incluso después de dedicar mucho tiempo a la comunicación.
Un proceso de transformación exitoso debe convencer con la lógica y con el corazón, y ambas cosas hay que comunicarlas de formas muy diferentes.
Mito 9: Falta una cultura de ejecución
He escuchado en innumerables ocasiones, decir que el proceso de transformación falló por que en la organización hacia falta una cultura de ejecución más fuerte. La realidad, es que es necesario que la cultura sea vista en un sentido más amplio (mentalidades y comportamientos) esta mirada nos ayuda a trascender el afán por los resultados concretos (fondo) y nos ayuda a reconocer y recompensar otros aspectos muy importantes como el trabajo en equipo, la agilidad y los valores correctos (forma).
Mito 10: La transformación se lidera desde arriba
Una buena ejecución dentro de una organización grande y compleja, requiere necesariamente de múltiples decisiones y acciones en todos los niveles, desde la alta dirección pasando por la gerencia media, hasta llegar a expertos claves o técnicos que pueden ocupar puestos jerárquicos. Un proceso de transformación exitoso es inclusivo, y requiere más liderazgo situacional (dependiendo de la situación) y menos jerarquía vertical, según sea el caso.
En conclusión, las organizaciones tradicionales han sido entrenadas durante años para dar excelentes respuestas a viejas preguntas pero hoy se están quedando rezagadas por que son incapaces de responder, y a veces ni siquiera de entender, las nuevas situaciones y a las nuevas interrogantes.
En la actualidad se pone mucho foco en la agenda estratégica de las compañías pero muy poco foco en elaborar una agenda de liderazgo que sea coherente con el proceso de cambio que se busca impulsar.
Los procesos de transformación digital exitosos, son aquellos que logran convencer con el corazón y con la razón, es decir, se hacen cargo de la dimensión del core business, pero también del aspecto humano.
** Héctor es CEO Simple Consulting Group