A las operadoras móviles de Japón, como Softbank, KDDI y NTT Docomo que este miércoles se sumaron al veto impuesto por EE.UU contra Huawei y por ende, decidieron dejar de vender sus teléfonos se sumaron en las últimas horas, los más grandes operadores de Taiwan.
La firma Chunghwa Telecom, declaró a Asia Nikkei que dejará de comprar nuevos dispositivos Huawei para ventas a partir de ahora y que se liberará del inventario actual, mientras Taiwan Mobile, fue la primera compañía de teléfonos de ese país en sumarse al bloqueo comercial contra Huawei.
La situación no parece ser mejor pues desde Corea del Sur, la firma KT está considerando detener las ventas de teléfonos y tablets Huawei y el operador de Indonesia Telkomsel ha puesto pausa a los negocios con Huawei.
Esta situación vuelve a nublar el escenario de Huawei, pues indica que la mayoría de los operadores de telefonía móvil acrecentaron sus preocupaciones por la restricción de servicios de Google en dispositivos Huawei, que si bien comienzan (en teoría) a regir el 19 de agosto, nadie les garantizaría que va a ocurrir después de esa fecha.
En Asia la mayoría de los operadores de telefonía móvil que pausaron las ventas de dispositivos de Huawei prefieren asegurarse de que sus clientes obtengan seguridad y soporte de software de Android con los dispositivos de Google a largo plazo.
FRENO EN INGLATERRA AL Huawei Mate X
En lo inmediato, el importante operador británico Vodafone dijo que suspendería a Huawei Mate X de la lista de sus dispositivos 5G, que también planea lanzar el dispositivo en su red pero expresó que el teléfono de Huawei aún no ha recibido las certificaciones necesarias y que se ha detenido el lanzamiento porque no cuentan con la garantía de servicio que necesitaba para ofrecer a los contratos a largo plazo.
PANASONIC
El grupo japonés Panasonic decidió también suspender el suministro de ciertos componentes a Huawei Technologies luego de las restricciones a las exportaciones impuestas desde EE.UU y los productos afectados son limitados, pero se relacionan con componentes relacionados con el teléfono, pues Panasonic suministra piezas y algunos de sus productos están fabricados en Estados Unidos.
Lo que debe de tomarse en consideración es una pronta resolución al problema de fondo, pues el Gobierno de EE.UU no ha mostrado pruebas concretas contra los «peligros» que reviste la empresa china y el veto aplicado, que fue luego flexibilizado para que entre en rigor el 19 de agosto, es al final de cuentas un aviso que puede resultar un desastre económico, comercial y político de proporciones entre ambas potencias.
Esperamos que la cordura se imponga.