Y se cumplió la amenaza
La administración de Donald Trump ha subido finalmente los aranceles a las importaciones provenientes de China del 10 al 25% como parte de una «Guerra comercial» que según el actual gobierno de EE.UU pretende «equilibrar» los ingresos de su país, y que a su juicio, China cuenta con ventajas que no se le pueden «seguir permitiendo».
La respuesta de China no se dejó esperar y ha informado que tomará «las medidas necesarias de represalia»
Hay que recordar que esta medida había quedado en standby luego de que el mismo presidente estadounidense, Donald Trump había suspendido esta alza en enero para permitir las negociaciones comerciales entre los dos países.
QUÉ SIGNIFICA EN SIMPLE?
Automáticamente implica que toda manufactura «Made in China» sube de precio por defecto, y no es un tema menor puesto que el 90% de la fabricación de productos de todas las áreas se produce o ensambla en ese país, por lo que si no hay reversa en el corto plazo, tendrá repercusiones importantes en los precios de todo tipo de artículos, especialmente tecnológicos.
Además en esta oportunidad, Apple no queda exenta por lo que sus iPhones «Assambled in China» subirán un 10% por defecto.
Los economistas han advertido que el aumento de los aranceles perjudicará a la economía estadounidense y las empresas que importan productos afectados de China probablemente tendrán que pasar parte o la totalidad de los costos adicionales sustanciales a los clientes. Eso significa menos ingresos disponibles para los consumidores, lo que podría afectar su capacidad o disposición para comprar productos de Apple.
En segundo lugar, es probable que China aplique de vuelta, mayores aranceles sobre los productos estadounidenses, lo que perjudicará a las empresas estadounidenses que exportan al país pero el gobierno chino también puede buscar formas de castigar a las empresas estadounidenses que operan dentro de China.