Tras darse a conocer la autorización por parte del Gobierno Británico, que Huawei podría finalmente participar en los procesos de licitación de redes 5G en ese país, y que fue publicado por el diario Daily Telegraph, la primera ministra británica, Theresa May, decidió destituir al ministro de Defensa, Gavin Williamson.
Las razones de la drástica determinación obedecen a que se perdió la confianza como para continuar en el cargo.
El Consejo de Seguridad Nacional del Reino Unido se encarga de supervisar las cuestiones relacionadas con la Seguridad Nacional, la coordinación de Inteligencia y la estrategia de Defensa.
Le reemplazará Penny Mordaunt, quien de paso se convierte así en la primera mujer nombrada ministra de Defensa en el Reino Unido.
PRESIÓN DE EE.UU?
Apenas se publicó la información sobre Huawei y su eventual autorización a operar redes 5G, desde EE.UU, Robert Strayer, alto funcionario del Departamento de Estado, responsable de ciberseguridad, amenazó a los aliados a suspender toda cooperación en materia de inteligencia en el caso de que cooperen con el gigante tecnológico chino Huawei.
Si bien la amenaza no menciona de forma explícita al Reino Unido, pero va dirigida a las autoridades del país, que han aceptado que la tecnológica participe en el suministro de la infraestructura no esencial (‘non core’) en el despliegue de las redes de 5G.
Todo apunta a que la actual administración de Donald Trump se ha empecinado en bloquear todo el ámbito de acción del fabricante chino Huawei, el cual es cuestionado por supuesto espionaje a favor del gobierno comunista de China, quienes según se especula sería una empresa del PC de ese país.
La pasada semana, el Britain National Security Council decidió permitir a Huawei participar en el suministro de infraestructuras no esenciales en el despliegue de la red 5G, una decisión elogiada en los últimos días como un modelo de pragmatismo y distancia en relación con la poderosa compañía china.
Los teléfonos rojos funcionaron otra vez.