Llegar y presentarse frente a un grupo de estudiantes de enseñanza media, a pocos días de iniciar el año escolar pensé que sería una experiencia para el olvido, pero estar frente a todos ellos, tomar aire y mencionar que hoy en muchos colegios de Chile se piden iPads para leer, estudiar y trabajar (lamentablemente no en todos los colegios y principalmente en los privados) y aprender, al parecer el relacionar tecnología con una actividad más allá del pizarrón, les hizo click.
Les abro la discusión y pretendo hilar la asociación de que con un iPad se pueden hacer muchas cosas, más allá de jugar, de subir fotos a Instagram o ver videos de YouTube.
Vamos bien, tengo treinta minutos y pregunto a los cerca de treinta alumnos entre jóvenes de pelos mezclados y colorizados como paleta de pantone, que sabían de realidad virtual, qué sabían de realidad aumentada.
Sobre la primera, la asociación directa sobre el uso de lentes (gafas) para ver desde videos de caídas, trailers, videojuegos y hasta porno, pero al saber que la realidad aumentada permitía en términos simples el poder proyectar sobre una superficie o espacio material audiovisual, más claro y preciso fue mostrar el juego de Pokemon, que de seguro popularizó el concepto.
Monté sobre el escritorio principal el iPad Pro y lo desprendí de su teclado para poder tener la movilidad necesaria y les invité a que se juntaran en círculos alrededor mío, especialmente tras la pantalla para que fuesen viendo lo que ocurría.
Hice hincapié en decirles que la experiencia en primera persona es una de las formas más eficaces de aprendizaje y que con la realidad aumentada se puede experimentar casi cualquier cosa que uno se imagine.
Partimos usando la ya clásica app para medir superficies, y aplicamos con las sillas y mesas de la sala de clases, para luego entretenernos con la clásica aplicación que permite ver delante nuestro las ranas y su desplazamiento virtual sobre una mesa (también virtual) que Apple presentó en su Keyboard de octubre pasado llamada Froggypoker.
Era momento de ir entrando en confianza y de ir interiorizando a la clase sobre lo que quería tomasen en cuenta como mensaje, por eso pasamos a la aplicación de WWF Rivers Fund, DESCARGAR AQUI que nos permite controlar el curso de un río para ver cómo afecta a la vida de los animales, las plantas y las personas.
App WWF Rivers
Se mostró a través del iPad Pro lo que pasa cuando se construye una represa y probamos diversas maneras de proteger el río y su ecosistema. Es una app muy didáctica y que es gratuita con secciones de pago.
Para terminar con la experiencia, nos abocamos a una app llamada Complete Anatomy DESCARGAR AQUI que sin lugar a dudas cautiva por su realismo y es el poder proyectar en 3D el cuerpo humano, sus «partes y piezas»
Como conclusión y pese a que pensaba que sería complejo mantener la atención de la audiencia, me retiro contento y satisfecho pues demuestro que con la realidad aumentada existen infinitas posibilidades en todos los ámbitos conocidos, entretenimiento, educación, empresas y una lista muy larga.
Los treinta minutos se transformaron en la hora y diez minutos más entretenida en mucho tiempo.
Nota del Editor : Por razones de respeto a la privacidad y petición de la dirección del Colegio, hemos mantenido su nombre en reserva, así como el material gráfico exhibido acá refleja en gran medida el procedimiento que llevé a cabo para realizar esta actividad.
Nota Al margen : Según cifras estimadas del Ministerio de Educación, el 65% de los colegios privados de Chile solicitan en sus listados de materiales anuales un iPad (tal cual) para los alumnos y profesores.
** En Chile aún se gastan cerca de US$50 millones anuales en la impresión de libros escolares que se entregan de manera gratuita en todos los colegios públicos del país. Los libros en Chile pagan 19% de IVA.
