Las autoridades polacas arrestaron a un ejecutivo chino quien aún no ha sido identificado y que la prensa polaca y china lo han bautizado con el nombre de «Weijing W» o «Stanislaw Wang», está acusado de espionaje, pero los detalles de las acusaciones aún no se han hecho públicos.
La firma china Huawei está al tanto de la situación y ha señalado escuetamente que se encuentra investigando el asunto y que hasta el momento no cuentan con mayor información, haciendo hincapié en que la empresa cumple con todas las leyes y regulaciones aplicables en los paises donde opera y Huawei exige que sus empleados cumplan del mismo modo, con ellas.
El eventual «espía» estudió polaco en la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín y fue contratado por Huawei en 2006 y de acuerdo a lo informado por medios de ese país llegó hasta el puesto de director de ventas de Huawei en Polonia en 2017 especialmente en el área de ventas del sector público.
El arresto del hasta ahora no identificado y supuesto espía de Huawei en Polonia se suma a la detención de empleados titulados entre China y países occidentales como Canadá y los Estados Unidos desde diciembre de 2018, para cuando la hija del cofundador de Huawei y CFO de la firma Meng Wanzhou, fue detenida en Canadá a solicitud de los Estados Unidos.
En represalia, China arrestó a dos ciudadanos canadienses casi inmediatamente después del arresto de Meng, quienes están acusados de poner en peligro la seguridad nacional de China.
El segundo vendedor de teléfonos del mundo se ha vista enfrentada a una verdadera persecución donde se le acusa de vender secretos comerciales e información clasificada a Irán a través de «empresas fantasmas».
El Presidente de EE.UU, Donald Trump ha declarado a la empresa como «non grata» en su país y ha prohibido todo tipo de transacciones públicas con Huawei y también la empresa ZTE.
A raíz de estos hechos, en China ha brotado un verdadero sentimiento patriótico, no solo proveniente de las autoridades de gobierno, sino que de las empresas que están motivando a sus empleados a adquirir productos Huawei con descuentos especiales y no usar marcas estadounidenses.
Todo indica que la «guerra fría» está lejos de terminar.