La surcoreana Samsung se encuentra en un punto crítico de reordenamiento interno para sus extensas áreas de negocio, y que recientemente a golpeado a la división móvil, la cual se reordenará en lo relacionado a modelos por gama, eliminación de algunos teléfonos y la sorpresiva decisión de contratar a un externo para ensamblar algunos de sus teléfonos.
Mientras los números en esa área vuelven a ser azules, al menos Samsung tiene cómo hacer las cifras y paradójicamente, uno de sus mayores ingresos este año será gracias a su competidor Apple.
Samsung informó que espera obtener más de US$15 mil millones de dólares en ganancias operativas para este último trimestre que terminó en septiembre lo que representa más del 20 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior y las ganancias trimestrales más altas de la compañía y de esa cifra, el 30% de sus ganancias será gracias a la fabricación de las pantallas OLED de los nuevos iPhone XS y XS MAX, cifras que compensarán las malas ventas de su Note 9.
De acuerdo a diversos reportes de analistas, Samsung, el mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo, está sufriendo “una desaceleración en muchos mercados” y han advertido de una desaceleración de la demanda y la posterior caída de los precios de algunos chips de memoria, el negocio que impulsó una racha de ganancias récord en Samsung durante un año.