Muchos medios y analistas lo titulan como «El fin de una era».
El controvertido, multimedial y millonario CEO del fabricante de automóviles y de tecnología Tesla, Elon Musk abandonará la presidencia de su propia empresa por tres años y pagará una multa de US$20 millones tras alcanzar un acuerdo con los reguladores por los mensajes que difundió en Twitter en los que dijo que se estaba planteando que la empresa dejara de cotizar en bolsa. Musk seguirá siendo CEO de la empresa.
El anuncio se produce después de que la Comisión de Bolsas de Valores de Estados Unidos anunciara el pasado jueves una demanda contra Musk por supuesto fraude de valores.
La SEC señaló que era información «falsa y engañosa» y emprendió las acciones legales, por lo que Musk reaccionó y prefirió negociar con la autoridad. (En EE.UU no opera la firma mensual ni las charlas compensatorias)
El ejecutivo se ha destacado no solo por su gran capacidad empresarial como cofundador de Tesla y director ejecutivo de la firma desde 2008, pero también es considerado como una figura controvertida en el mundo de los negocios y sus críticos argumentan que Tesla ha perdido dinero y ha tenido problemas para aumentar su producción, no cumpliendo sus objetivos.