El hecho de que se insista con la opción de un iPhone LCD para este año tiene un asidero sustentable, como consecuencia de la escasez de fábricas capaces de contar con los niveles de producción de …. pantallas OLED, pues aunque resulte una paradoja, no es casualidad que Apple considere ( y los rumores, filtraciones y demases así lo están indicando) como parte de su portafolio para este 2018 un modelo con ese tipo de pantalla y dos con OLED.
Las razones primordiales obedecen a que no existe capacidad en el mercado de abastecer tres modelos de iPhones diferentes al mismo tiempo con la pantalla OLED, pues Samsung, el mayor fabricante de esos paneles, debe además reservar producción para sus propios teléfonos, considerando además la llegada en las próximas semanas de su Note 9.
LG Display por su parte, aún se encuentra en conversaciones con Apple para lograr comprometerse a largo plazo y ofrecer niveles de producción altos en pantallas OLED, y esto deja la puerta abierta para el fabricante chino DOE, con quien Apple está en conversaciones para que sea su proveedor de pantallas para el 2019.
Fabricar una pantalla LCD por cierto tiene un costo bastante menor que una OLED, y el iPhone X de 6,1 pulgadas que se supone vendrá con una pantalla LCD, podría además ofrecerse como modelo de entrada a un valor menor respecto de la escala de precios que Apple establece para sus iPhones.
Por lo pronto, todo indica que Apple irá progresivamente pasando al OLED pero será un proceso mucho más lento de lo esperado y además tendrá mucha influencia lo que los usuarios prefieran pues nadie puede negar que si al iPhone LCD le va bien, de seguro se asegura al menos otros dos años más de producción y con ello Apple gana tiempo.
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