Luego de China, el segundo mayor mercado del mundo por defecto es India, más aún cuando sus autoridades están empujando fuertemente la inversión y renovación tecnológica en ese país, con el afán de convertirse en polo de desarrollo en esa área.
A ello se suma la imperiosa necesidad de que sus habitantes se adhieran a la implementación de nuevas tecnologías y contar con mejores dispositivos para que tengan una mejor calidad de vida.
El cuadro lo tienen claro grandes fabricantes de tecnología, en particular Apple, Samsung, Xiaomi y Huawei, (los cuatro mayores vendedores de teléfonos de 2018) que con distinta suerte están aventurándose a ese exigente y extenso mercado, pero donde la gran diferencia es que el poder adquisitivo es menor que China y se suma a restricciones tributarias mayores.
Samsung y Xiaomi tienen plantas en India, lo que les permite producir en ese país y controlar los costos, algo que Apple también ha entendido y no en vano fabrica para India el iPhone SE, pero que no ha logrado una mayor penetración de mercado, pues su precio es alto respecto del resto de los fabricantes y modelos.
La estrategia de Xiaomi es apostar con fuerza a su marca Redmi, la cual se vende en las tiendas Mi Store, y que se enfrenta a una dura competencia con Samsung, que está destinado modelos hechos y pensados para el mercado de la India.
De acuerdo a cifras de la consultora Canalys, Xiaomi lidera el mercado de teléfonos en India en 2018 con un market share del 29.9% con un total de 41 millones de teléfonos despachados y seguida muy de cerca por la surcoreana Samsung con el 25,8% del mercado con un total de 34,4 millones de teléfonos despachados.
En tercer lugar aparece Vivo, del conglomerado BBK Electronics, con el 10,5% de mercado y 14,4 millones de teléfonos.
En el top five no figuran ni Apple ni Huawei, ambas con grandes inversiones en ese país y que han apostado con fuerza para lograr una participación de mercado mayor.