Samsung publicó su informe financiero para el primer trimestre de 2023 y, como se había advertido por parte de los analistas, las ganancias se desplomaron a niveles no vistos en los últimos 15 años.
Las ganancias operativas entre enero y marzo se redujeron un 18 % interanual, mientras que las ganancias ecayeron en un 95 %.
Samsung espera que la demanda global se recupere en la segunda mitad del año, lo que ayudaría a su recuperación.
Pese al panorama, no todo es malo, pues si algunas divisiones de la comañía como memorias y chips no aportaron, la división de teléfonos móviles «sacó la cara» en el trimestre puesto que fue la menos afectada en este trimestre.
El aumento en las ventas trimestrales se puede atribuir al lanzamiento de los nuevos modelos premium de teléfonos inteligentes: la serie Galaxy S23, con el S23 Ultra con un desempeño particularmente fuerte.
Según cifras no oficiales, la línea S23 Ultra ha logrado despachar dos millones de unidades.
La compañía confirmó que la caída en el negocio de memorias y semiconductores se debe a la débil demanda y los ajustes de inventario de los clientes.
El negocio de pantallas tampoco impresionó ya que el mercado de paneles móviles se contrajo, mientras que el negocio de paneles grandes redujo ligeramente las pérdidas. También hubo un impacto negativo, principalmente en el negocio de componentes, debido a la fortaleza del won coreano frente al dólar estadounidense.