En declaraciones a Bloomberg, el director ejecutivo de la firma Maruta Manufacturing Norio Nakajima, que fabrica componentes para una amplia gama de empresas, incluida Apple, espera que la caída actual de los teléfonos inteligentes continúe hasta 2023.
Según sus estimaciones, que los consumidores conservarán sus teléfonos existentes durante períodos incluso más largos que ahora, aunque sugiere que los teléfonos de gama alta pueden ser la excepción…
La tendencia a largo plazo en el mercado de teléfonos inteligentes ha sido que los ciclos de actualización se alarguen a medida que la tecnología se estanca, con más mejoras evolutivas que revolucionarias. En los EE. UU., por ejemplo, la persona promedio ahora actualiza su teléfono cada tres o cuatro años.
En los últimos dos años, la escasez de chips también ha afectado los niveles de producción, lo que significa que la industria de los teléfonos inteligentes se ha visto limitada tanto por la oferta como por la demanda.
Más recientemente, la inflación desenfrenada está llevando a muchas personas a reducir o eliminar el gasto en lujos como teléfonos nuevos y ha sido la «tormenta perfecta» para este negocio, pues todos estos factores han llevado a una caída en las ventas de los teléfonos inteligentes, con una disminución del 9% año tras año.
Maruta Manufacturing tiene experiencia de primera mano de esta depresión. La empresa japonesa fabrica una gama de componentes utilizados por casi todas las empresas de teléfonos inteligentes, incluida Apple. El precio de sus acciones ha caído un 20% este año, ya que la demanda de sus productos ha caído en cifras de dos dígitos.
El presidente Norio Nakajima le dijo a Bloomberg que no espera muchas mejoras, si es que las hay, el próximo año.
“El impulso no volverá al menos durante el año fiscal 2022 y la situación no es tan positiva de cara al próximo mandato”… y la demanda de productos electrónicos de consumo se ha reducido drásticamente y estos fabricantes chinos no se sienten bien”
Norio Nakajima CEO de Maruta Manufacturing
Nakajima no habló sobre marcas específicas, pero indicó que las empresas chinas estaban siendo las más afectadas y que los teléfonos de gama alta estaban funcionando mejor.
Un lado positivo visto por el presidente de Murata es la demanda sostenida de teléfonos de alta gama incluso durante la recesión económica.
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