Mario Romero.- Un informe complicado, involucra a dos fabricantes chinos, Xiaomi y Lenovo en la delicada crisis bélica entre Rusia y Ucrania.
De acuerdo al The Wall Street Journal, se advierte que debido a las sanciones y presiones de proveedores estadounidenses, algunas empresas chinas están suspendiendo los suministros a Rusia, entre las cuales figuran precisamente Xiaomi, Lenovo y otras.
Sin embargo, el medio de comunicación ruso Kommersant afirma que no hay nada de cierto en ello y afirma que el suministro de dispositivos Lenovo y Xiaomi se suspendió en marzo debido a la logística y los pagos ya terminaron, insistiendo en que la historia es completamente falsa.
El especialista ruso, Sergey Vilyanov, citado por el medio ruso, señaló que el último pedido de febrero de este año tanto para Lenovo y Xiaomi, llegó a Rusia a mediados de abril, debido a retrasos propios de la crisis, a lo que se suma el hecho que ahora es muy difícil pagar en euros, pero que se resolvió a mediados de abril.
Lo señalado tanto por la prensa y el especialista ruso, se contradice con el hecho de que funcionarios de Xiaomi en Rusia no han anunciado ningún cierre o terminación de suministros y no es un tema menor, pues de cada cinco teléfonos que se venden en Rusia, uno de ellos es Xiaomi.
Por lo pronto ni Lenovo ni Xiaomi han emitido un comunicado oficial al respecto.
CONSIDERACIONES
Si bien no existe una orden perentoria u obligación de abandonar Rusia, la lógica de los países aliados ha hecho que las multinacionales europeas y estadounidenses hayan dejado de operar en Rusia desde el inicio del conflicto, pero el caso de China es diferente, pues sigue en una línea de mantenerse al menos públicamente, como neutral.
Por otro lado, el mazo de EE.UU es amplio y podría complicar las relaciones comerciales, especialmente con Xiaomi y se expone a terminar tal como le ocurrió a Huawei hace casi dos años atrás y en el caso de Lenovo, por cierto, no sería en absoluto grato recibir una reprimenda en su mercado más importante fuera de China, más cuando luego de la compra a IBM, demostró con calidad que era una marca confiable.
Bienvenida sería una aclaración oficial de ambas firmas chinas, antes que las autoridades estadounidenses, dentro de su afán por coartar la economía rusa, firmen sin pensar.
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